AZUL – PABELLÓN DE VERANO

Publicado el 27 marzo, 2020

2– 4 jugadores / 30-60 min / +10 años / Michael Kiesling / Next Move Games (Asmodee)

Portugal, siglo XVI. El rey Manuel I desea construir un Pabellón de Verano para honrar a los miembros de la familia real, pero por desgracia el monarca muere antes de que comience la construcción. En Azul nos pondremos en la piel de maestros artesanos y competiremos por ser los mejores, ya que solo los ganadores serán capaces de honrar a la familia real portuguesa.

La tercera entrega de la saga de juegos Azul por fin ha llegado en español y los que seáis amantes de los juegos abstractos estaréis tan contentos como yo. Azul: Pabellón de verano mantiene las mismas mecánicas que el primer Azul, pero le da un giro que lo dota de mayor complejidad y que lo diferencia de sus predecesores.

Componentes de Azul: Pabellón de Verano

¿Cómo se juega?

Azul: Pabellón de Verano es un juego de mesa que se divide en seis rondas, el jugador que tenga más puntos al final de la partida será el ganador. Las rondas se dividen a su vez en tres fases: Adquirir losetas, jugar losetas y preparar la siguiente ronda.

Este juego cuenta con un aspecto novedoso: el color comodín. Durante cada ronda uno de los colores actuará como comodín (en la primera ronda el púrpura, en la segunda el verde, en la tercera el naranja, etc), pero, ¡ojo! Las losetas comodín solo podrán usarse como comodín, es decir, durante la primera ronda, cuando el púrpura ejerce como comodín no podremos usar estas losetas para llenar un espacio de nuestra estrella púrpura, ya que su función únicamente es de comodín.

Ahora, vamos a entrar de lleno en las fases:

Durante la primera fase tomaremos las losetas que hay en los expositores de fábricas y al igual que ocurría en el resto de Azules, deberemos llevarnos todas las losetas del mismo color y las restantes irán al centro de la mesa, junto al marcador de primer jugador.

Si en la fábrica que hemos escogido hay losetas comodín nos llevaremos una de ellas con nosotros y después será el turno del siguiente jugador.

Cuando decidamos escoger una loseta del centro de la mesa y no de las fábricas nos llevaremos con nosotros el marcador de primer jugador, pero a cambio deberemos anotar tantos puntos negativos como losetas hayamos cogido.

Expositores de fábrica

Una vez se hayan agotado todas las losetas, pasaremos a la fase 2. En esta fase colocaremos las losetas en el tablero, una por turno y siguiendo las reglas de colocación:

  • Solo se pueden colocar losetas en espacios vacíos y en los espacios con rombo de las estrellas.
  • Cada estrella indica qué color debe ir en ella y además vienen marcadas del 1 al 6, de forma que para colocar una loseta en la casilla 1 necesitamos solamente una; pero si queremos colocar una loseta en el espacio número 5 deberemos tener cinco losetas, una que pondremos en nuestro tablero y otras 4 -que pueden ser comodines- que se descartarán en la torre.
  • La estrella del centro solo puede tener una loseta de cada color.
Tablero de juego

Por cada loseta que coloquemos puntuaremos en el tablero central, moviendo nuestro contador de puntos.

Si no queremos o no podemos poner más loseta pasaremos el turno, para ello podemos guardarnos hasta cuatro losetas en las esquinas de nuestro tablero y el resto de ellas deberemos descartarlas en la torre, consiguiendo un punto negativo por cada loseta descartada.

Si rodeamos los espacios de los pilares, estatuas y ventanas con las fichas recibiremos losetas adicionales del suministro del tablero de puntuación, lo que nos puede permitir hacer “combos” realmente interesantes.

Y finalmente llegamos a la tercera fase, donde prepararemos la siguiente ronda: repondremos las losetas en las fábricas, avanzaremos el marcador de ronda y recuperaremos las losetas que nos hayamos guardado.

Además de los puntos que hayamos conseguido a lo largo de la partida, si hemos ido completando las estrellas o si hemos tapado algunos números recibiremos puntos extra al final de la partida, que pueden darle la victoria a un jugador u otro.

En medio de la partida

¿Hay hueco en mi ludoteca para Azul?

Inevitablemente echamos la vista atrás y lo comparamos con el resto de juegos, “¿se parece demasiado? ¿si ya tengo el primero hay hueco para este en la ludoteca?” Nos preguntamos antes de comprarlo o incluso jugando la primera partida. Y es obvio que Azul: Pabellón de Verano tiene elementos similares a sus hermanos, tanto por la estética como algunas mecánicas, pero esto es lo que hace que los tres formen un conjunto, una auténtica saga.

Pabellón de Verano es lo suficientemente distinto del resto de azules como para que pueda convivir en la ludoteca con otro, desde el principio se desmarca y ofrece una experiencia de juego diferente. No solo le da una vuelta al juego original, sino que se vuelve más complejo, debes gestionar mucho mejor tus losetas para poder completar una estrella y los comodines son un gran aliado que pueden volverse en tu contra si no controlas en qué ronda cada color actuará como tal.

Es un juego ameno, tranquilo y relajado, pero no esperes en él rapidez. Las decisiones son meditadas y te llevará unos minutos encontrar la forma de gestionar tus losetas para aprovechar al máximo los puntos y beneficios que ofrece el juego. Vemos puntos negativos más a menudo que en el primer juego, pero no de forma exagerada por lo que no empaña la experiencia de juego.

Además, si le damos la vuelta al tablero de jugador encontraremos una nueva variante, donde las estrellas están sin pintar y podremos jugar partidas diferentes.

Sin duda alguna este Azul es un rotundo sí para esta goblin, más complejo que el primero pero igual de divertido si te encantan los juegos abstractos.

— Raquel [Ludoadicta de la Costa]

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