Cómo hacer veladuras
Publicado el 9 diciembre, 2021

¡Hola de nuevo! Bienvenido a un nuevo artículo sobre pintura. En esta ocasión nos centraremos en el mundo de las veladuras.
En primer lugar, vamos a aclarar qué es una veladura:
Una veladura consiste en la aplicación de pintura muy diluida, ya sea con agua u otro medio, con el objetivo de obtener un cambio en el tono mediante la aplicación de sucesivas capas de esta mezcla semitransparente.
Las veladuras nos servirán para crear degradados, sombrear, iluminar y cambiar de tono. A medida que cojáis experiencia con veladuras veréis que podéis hacer casi cualquier cosa con ellas.
Para crear la consistencia de veladura deberemos mezclar nuestra pintura con algún líquido transparente que nos permita diluirla. Tenemos a nuestra disposición dos grandes armas que podemos usar para generar una veladura: agua y medios acrílicos.
El agua es el elemento que tenemos más a nuestra disposición, y podrás crear veladuras perfectas con este. Sin embargo, y dada la tensión superficial del agua, deberás tener cuidado de no generar «manchas de café». Las manchas de café son estos cercos que genera la pintura muy diluida al secarse cuando se ha acumulado demasiado al depositarse.

Los medios acrílicos (asumiendo que usas pinturas acrílicas) nos permitirán diluir las pinturas sin que estas pierdan sus propiedades, atajando el problema de la tensión superficial y facilitándonos un acabado más homogéneo.
Estos productos son el medio (de ahí el nombre) usado para crear las pinturas (Pigmento + Medio Acrílico). Por ejemplo, el Lahmian Medium nos permitirá diluir la pintura y dejará tras su aplicación un ligero toque satinado (también retarda un poco el secado por lo que tendremos un extra de tiempo para manipular la aplicación). También tienes a tu disposición diferentes productos creados especialmente para hacer veladuras, como por ejemplo Medium Veladuras de Vallejo.
Respecto al pincel a utilizar, te recomiendo usar pinceles de pelo natural ya que tienen más capacidad de carga de humedad, lo que nos permitirá trabajar mejor, aplicar de manera más homogénea y trabajar durante más tiempo. Ten en cuenta que, como ya hemos visto, una veladura consiste en la aplicación de pintura diluida, por lo que cuanto más diluida esté la veladura, más tendremos que insistir para que sea perceptible el color y se note el cambio.
Para que podamos trabajar de manera cómoda lo ideal es utilizar un pincel que no sea excesivamente pequeño y pueda así retener en el cuerpo una buena cantidad de humedad. Los tamaños recomendables para hacer veladuras van del 0 al 2, dependiendo de la superficie que vayas a pintar.
Cuando el pincel comienza a perder humedad y la veladura empieza a secarse en el pincel la trazada que hagamos dejará de ser homogénea y podremos ver claramente el trazo del pincel. En este punto deberemos limpiar el pincel y volver a cargarlo de pintura.
Hay que destacar en este punto que las veladuras podemos realizarlas también con el aerógrafo, el cual nos ayudará en términos de tiempo y limpieza, pero perderemos el mayor control que nos ofrece el pincel.
Podríamos diferenciar tres grandes usos que tienen las veladuras:
- Limpieza: Podemos usar las veladuras para difuminar la transición entre dos colores y obtener un degradado más limpio y suave.
- Entonación: Las veladuras son también perfectas para cambiar ligeramente el tono de una superficie, las utilizaremos por ejemplo para darle ese toque rojizo a una nariz o para darle un ligero toque azulado a las ojeras de una cara.
- Sombreado: Para potenciar el sombreado de una miniatura podemos usar las veladuras sin temer que se manche todo terriblemente. Por ejemplo, pintando la piel de un orco podemos usar unas veladuras azul oscuro para hacer las sombras de la musculatura más profundas y “realistas”.
Como ves, las veladuras tienen un gran potencial, sin embargo, debemos tener cuidado. Una veladura no nos servirá para dar una capa base ni para pintar los ojos de una miniatura.
En este punto puede que estés pensando, vale perfecto, voy pillando de qué va esto. Pero para crear esa mezcla, ¡¿cuánto debo poner de cada cosa?!
Bien, pues vamos allá.
Lo primero que debo decirte es que no existe una proporción exacta que nos permita generar la veladura perfecta. Ten en cuenta que no hay dos pinturas iguales, dependerá del tono, la gama, la marca… Además, también debes tener presente la temperatura y la humedad de la estancia en la que estás pintando.
Por norma general podríamos decir que existen 3 tipos de veladuras:
- Intensa: Podríamos decir una proporción de 60% agua y 40% pintura, este tipo de veladura viene genial para comenzar a hacer un degradado. Nos permitirá trazar sin dejar una línea de corte excesivamente marcada.
- Media: Para una veladura media usaremos una proporción de 70% agua 30% pintura. Esta veladura nos servirá para limpiar el paso anterior.
- Ligera: La veladura ligera la haremos con una proporción de 80% agua (o incluso más) y 20% pintura. La aplicaremos como filtro o para cambiar el tono de color, ya sea para potenciar las sombras o las luces.
Hay que tener en cuenta que una veladura no consiste en inundar la miniatura con esta mezcla translúcida (esto sería un lavado o aguada), sino que deberemos aplicarla con cuidado sobre la zona a la que queramos cambiar ligeramente el tono. Lo mejor que puedes hacer es, una vez hayas cargado el pincel, apoyarlo suavemente sobre un papel absorbente para que este recoja el exceso.
Pincel cargado Pincel descargado
El objetivo es que al extender el pincel sobre la superficie deje una capa homogénea y translúcida, y que al acabar la pasada con el pincel nos deje el menor parcheo posible (el parcheo es esa gota de pintura acumulada que deja el pincel al retirarlo). Por ello es muy importante descargar bien el pincel.
A la hora de aplicar una veladura lo haremos arrastrando el pincel. Utilizaremos el cuerpo del pincel, no únicamente la punta. Debes tener siempre presente que el lugar en el que levantes el pincel quedará una mayor concentración de pintura, por lo que nuestra aplicación siempre irá en la misma dirección (hacia el punto que queramos saturar más). Daremos tantas pasadas como sean necesarias hasta que hayamos conseguido el efecto deseado.
Las veladuras es una técnica que requiere de paciencia y tiempo en su aplicación. Dado que estamos trabajando con pintura muy diluida necesitaremos dar bastantes capas hasta que obtengamos resultados (no te preocupes, al estar tan diluidas secan muy rápido).
Hasta aquí nuestro artículo sobre veladuras, espero que te haya sido de utilidad. Recuerda que si tienes cualquier duda me puedes contactar a través de mi Instagram @wolf.brush, estaré encantado de ayudarte.
— Quique [Pincelador rúnico]

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Ver productoEtiquetas: Cómo hacer veladuras, Miniaturas, Pintura, Pintura y modelismo, Veladuras
Categorizado en: Pintura y Modelismo
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