Cómo pintar caballeros cruzados en blanco
Publicado el 27 octubre, 2022

Hoy no hablaremos de cómo combatir con los templarios en las cruzadas de SAGA, ni hablaremos del sagrado temple de los cruzados en Acre, ni hablaremos de la sábana santa ni de la inquisición, que para eso ya tenemos el Discovery Channel.

Estamos en la sección de pintura y modelismo, por lo que en este artículo hablaremos de cómo pintar el color blanco sobre un caballero cruzado. Cómo afrontar pintar telas blancas y desarrollaremos un sencillo proceso, para que todos podáis seguirlo sin ningún tipo de complicación. En definitiva, cómo hacerlo de una manera fácil y sencilla. Y, sí, especialmente dedicado para los que juegan a SAGA con los templarios, que seguro les será muy útil.

El motivo de hacer este artículo es que hace tiempo que voy viendo por internet fotos de figuras de templarios con túnicas blancas, desgastadas, roídas, con infinidad de tonalidades blancas muy atractivas, que para pintar me llamaban la atención. Por otro lado, encontré en una de nuestras tiendas de Goblintrader un set bastante nuevo de AK3Gen, para pintar blancos.
El mismo día en otro pasillo de la misma tienda, una cajita del orden militar de los caballeros templarios de la marca Fireforge Games. También me llamó la atención por la calidad de las figuras y la gran cantidad de opciones de montaje que te dan, para los doce caballeros que puedes montar, por lo que el destino me estaba guiando sí o sí, a poner los ojos en blanco, quedarme en blanca y sucumbir a tantas provocaciones templarias. Ya lo dicen “Deus Vult” y si Deus lo quiere, no vamos a decir que no.
Empezaremos comentado el set de blancos de Ak interactive
Antes que nada, comentar que este nuevo rango de pinturas 3Gen me parece excepcional. He trabajado toda la vida con Vallejo, Citadel, Scale 75, Miniature Paints y algunas que otras más, pero el nivel de calidad de estas pinturas en muchos aspectos, hace que me plantee muy mucho abandonar el resto de pinturas acrílicas, para focalizar todo mi trabajo con estas pinturas.

Ya centrados en el set podemos observar unos colores de tonalidades pastel con una temperatura fría, con un rango bastante lineal que parte de un blanco puro, pasa por dos blancos rotos, dos marrones pastel y un gris.
El primer error que podríamos cometer es querer usar todos los colores en una única gradación, cuando AK lo que hace es darnos diferentes herramientas para trabajar diferentes gradaciones tonales para pintar el color blanco como veremos a continuación.
Cómo afrontar la pintura del blanco
Para pintar blanco, el primer consejo es que nunca empecéis con blanco puro, es decir, si tenemos en cuenta que la oscuridad máxima es el negro y la luz máxima es el blanco, estos dos colores deberemos reservarlos para exactamente para lo que son, para crear luces y sombras máximas. Por lo que el color base de nuestra tela blanca, nunca debería ser el color blanco.
En su lugar deberíais empezar usando un blanco roto, es decir un blanco que contenga algo de amarillo; si queremos hacer unas telas de algodón, algo de azul; si queremos representar una tela fría o algo de marrón o caqui para reproducir una tela sucia o gastada. Esto solo son varios ejemplos de blanco roto, pero con la adición de cualquier color, se puede romper el blanco.
En ese sentido, el proceso de pintar blancos debería ser bastante lineal, de cara a que empezaríamos por la sombra del blanco roto con la tonalidad que quisiéramos (que no la sombra máxima). Y solo deberíamos ir subiendo (aclarando) progresivamente el color con blanco roto, para finalizar con blanco puro en los extremos de las luces máximas.

En cuanto a las sombras, para compensar el valor de la gradación, nos quedarían las sombras máximas, que la tonalidad escogida, vendría dada por la intensidad con que hubiéramos ejecutado la gradación del blanco.
En ese caso podríamos añadir al color base gran variedad de tonos apagados como podrían ser grises, pardos, lo que son marrones oscuros, e incluso negro en muy poca cantidad (para crear un gris), ya que el negro al ser un color dominante, sobre un color recesivo como el blanco o similares, si no controlamos la adición de negro, puede llegar a destruir todo nuestro trabajo.
Ahí es donde estriban los dos marrones del set de Ak y el gris, ya que el color gris, es lo suficientemente oscuro para hacer una sombra al blanco sin necesidad de usar el negro puro.
Pintura de la figura
Empezaríamos imprimando en gris, ya que de hacerlo en negro nos oscurecería demasiado los tonos iniciales, llevándolos hacia un tono apagado en todo el proceso. Se esta manera, imprimando en un tono neutro, podemos ejecutar luces y sombras, controlando nosotros mismos los colores a usar.

Con la imprimación seca, el color base elegido en este caso será el AK 11009 Warm Grey y pintamos todas las partes de la túnica que sean blancas.


Siempre es recomendable arrastrar colores para unas gradaciones más suaves, por lo que para las primeras luces mezclaremos el color anterior con el nuevo color, que será el AK 11006 Silver Grey. Crearemos un tono ligeramente más claro que el anterior, que podremos aplicar a pincel seco o bien con veladuras, en nuestro caso será la segunda opción, que nos gusta más complicarnos la vida.

Seguimos aplicando luces únicamente con el color Silver Grey y como hemos hecho previamente, lo mezclamos con el siguiente color de luz que será el AK 11001 blanco. Repetimos el proceso de veladuras reduciendo el área a aplicar hacia las zonas más elevadas y sobresalientes, por lo que iremos creando una gradación natural de sombra a luz.


En este punto nos detenemos a valorar el nivel de contraste que tenemos “luz vs sombra” y nos damos cuenta que si incrementamos algo la sombra, crearemos más contraste y, por lo tanto, más definición de detalle.
Para las sombras emplearemos un poco de color base y lo mezclaremos con AK 11017 Reddish Grey para que no sea tan oscuro y poder ir graduando por cantidad las sombras deseadas, aplicándolo a base de lavados o veladuras en las zonas más deprimidas o profundas de las telas.
Como el lavado es una técnica algo agresiva, nos decantamos a crear las sombras a base de veladuras, así controlamos más la pincelada y la intensidad de las mismas.


El proceso de las sombras es acumulativo, por lo que en las zonas que entendamos que hay más pliegue, sombra u oscuridad haremos más pasadas, de esta manera obtendremos diferentes intensidades de sombra, evitando un tono único de sombra.
Como viene siendo habitual, comentar que siempre después de sombras, luces. De esta manera podemos potenciar algún pliegue importante respecto a los demás, o bien para limpiar algún trazo imperfecto de las sombras. Para ello usaremos los colores luz de la paleta eligiendo el que más nos convenga según la zona a destacar.
Continuando con la pintura de la figura, con el color blanco ya acabado repasaremos las zonas metálicas como la cota de malla, armas y cascos en negro. Para darle un pincel seco con Gunmetal Grey de Vallejo, model color ref 70.863. Posteriormente le daremos un lavado en tinta sepia y finalizaremos con otro pincel seco de gunmetal y plata para iluminar bien las aristas.

Pintaremos detalles como cinturón casco, color carne, armas piel y pelo del caballo etc. para dejar la figura acabada para el freehand de las cruces.
Cómo hacer un freehand
Un freehand es pintura a mano alzada, es decir, como si pintáramos o dibujáramos sobre un papel. Podemos dibujar algo sencillo como una cruz, algo más complejo como estampado de una tela, hasta una decoración mucho más compleja, como una ilustración en un escudo de armas.
En este caso, como no es parte del artículo en ciernes os daremos unos truquitos básicos para ir haciendo nuestros primeros freehands muy sencillos.
Primero hay que tomar medidas para centrar el motivo a dibujar, crear un pequeño patrón donde acotar el dibujo con puntitos o ligeros trazos para ubicar bien el dibujo en la zona que tenemos para pintarlo.

Con las medidas tomadas, con pintura muy diluida y una trazada continua, crearemos las líneas básicas del dibujo.

El motivo de que la pintura sea tan diluida es porque así corre más y el trazo no se corta tan a menudo. También, y no menos importante, es que si nos equivocamos es más fácil tapar un trazo de una pintura diluida con poca intensidad, que tapar un error de una pintura espesa, intensa y muy saturada.

Con el contorno dibujado solo nos queda rellenar y, de querer, hacer tonos de luces y sombras aprovechando los pliegues que afecten al dibujo.
Una vez finalizado el proceso de pintura general, de detalle y de heráldica, si queremos podemos hacer un ligero pincel seco en tonos áridos en la parte final de la sabana que cubre al caballo, para dar la sensación de sequedad y aridez del polvo que se adhiere a las telas al trote del caballo. Pero para este primer caballero, de momento lo dejamos sin ensuciar, pero cabe la posibilidad de hacerlo para dar una sensación más intensa de estar guerreando.


Y así de fácil ya tenemos un templario acabado, nos quedan unos cuarenta más para pintar, así que cuando acabemos, igual las cruzadas ya han acabado.
¡Hasta la próxima caballeros!
— Carlos [GuyBrush]

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Ver productoEtiquetas: Cómo pintar blancos, Pintura
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