Cómo pintar el color carne

Publicado el 31 marzo, 2022

Uno de los mayores retos con los que se enfrenta un pintor de miniaturas es el de pintar el color carne. Pintar un color carne creíble, orgánico con matices y suaves degradados, es ¡¡todo un desafío!! Por lo que, en el capítulo de hoy vamos a analizar este color, cómo crearlo y trabajarlo a partir de sus orígenes más primarios.

Para empezar, el color carne en sí como tal no existe, bueno, sí existe, pero hay tantos tonos de color carne como personas hay en el mundo. Y ya no hablemos de la cantidad de matices que pueden surgir con las distintas razas existentes. Los orcos no cuentan que son verdes, por lo que hablar del color exacto, o la formula del color carne humano es muy relativo. Esta relatividad nos da una libertad absoluta para poder trabajar y crear nuestros propios colores de la piel, por lo que en el artículo que hoy tenemos entre manos, no haremos un tutorial paso a paso, ni una guía exhaustiva de “how to”, sino que mediante didáctica del círculo cromático y algunas imágenes, veremos el origen, creación y desarrollo de cómo trabajar las tonalidades del color carne para conseguir los mejores resultados.

Algunos sets del color carne disponibles en el mercado.

Por un lado, tenemos en el mercado muchos, muchísimos sets de pintura para pintar pieles o pintar el color carne, podríamos decir sin miedo a equivocarnos que casi uno por fabricante, pero como siempre, nos dejamos guiar por lo que nos venden, sin saber el porqué de esos tonos cárnicos ni cómo funcionan entre sí. Nadie nos dice cómo modificar tonos, ni cómo crear más saturación o movernos libremente por la paleta. Nos dan una formula, un proceso lineal, incompleto y punto. Eso no es pintar, eso es colorear. Pintar es crear y reproducir lo que tienes en mente o lo que estas copiando.

Estos sets pueden ser muy útiles como punto de partida, pero a partir de ahí lo divertido siempre será crear tonos, mezclando para conseguir nuestro color carne, entonaciones y tonos intermedios deseados.

Normalmente estos sets nos dan unos colores de base, pero los tonos intermedios o los matices, los hemos de obtener a partir de combinar los colores formulados, creando unos tonos intermedios, correctos, transitivos, pero sin vida, ya que una parte fundamental de que los colores se vean armónicos, es que el punto de partida sea el mismo, en cambio los colores de los sets cada color tiene un origen, por lo tanto, no es fácil hacer una fusión natural con ellos sin tener una práctica bastante avanzada.
Para hacer o, mejor dicho, para entender el color carne empezaremos por el principio.

Primeras mezclas

De momento nos olvidaremos de fórmulas y recetas, pondremos la mente en blanco y en una paleta húmeda aplicaremos los colores primarios rojo, amarillo, azul y añadiremos también un poco de blanco.

Mezclaremos amarillo y rojo, creando un naranja o unos tonos de naranja y ahí, añadiremos progresivamente cantidades de blanco para desaturar y quebrar el color. Ya tenemos el color carne básico como tono y sus infinitos matices o gradaciones.

Acto seguido, añadiremos muy poca cantidad de azul a una parte de la mezcla anterior. El azul es un color dominante y como tal, con muy poca cantidad de este color ya entonará suficientemente la mezcla. Al añadir azul lo que hacemos son dos cosas.

Por un lado, enfriamos la mezcla por la tendencia fría del azul y por otro lado, desaturaremos, ya que el azul es el color complementario del naranja (Teoría del color, armonías con complementario directo), por lo que todo ha de cuadrar, y por consiguiente, todo en esta mezcla ha de salir bien.

Si utilizamos otros colores primarios de origen, evidentemente obtendremos otros tonos de color piel, pero que a fin de cuentas, nos llevarán al mismo resultado.

Veámoslo en el siguiente ejemplo repitiendo los pasos del ejemplo anterior, pero esta vez usando un amarillo limón más luminoso, un azul cyan más claro y un magenta muy saturado.

Con ambas mezclas ya tenéis suficientes colores base, colores sombra, colores luz y medios tonos partiendo todos de la misma base, los primarios y blanco, obteniendo unas gradaciones saturadas, intensas y mucho más naturales que con las recetas de los colores que ofrecen los sets.

A modo de resumen hemos creado un naranja y lo hemos iluminado con blanco, variando las cantidades de rojo o amarillo obtendremos tonos de naranja y a este color, le añadiremos su complementario el azul para desaturarlo, porque ese es el objetivo, desaturar los colores de una manera natural para dotarlos de autenticidad.

Con todo lo anterior hemos aprendido a hacer el color carne con los colores primarios, como los artistas del Barroco o del Renacimiento, que no tenían botecitos con colores carne, pero como somos unos chicos modernos, ¿qué os parece si seguimos simplificando el asunto?

Con todo lo visto, en lugar de hacer las mezclas del color carne con colores saturados y primarios como hemos visto hasta ahora, donde hemos de hacer un gran ejercicio de mezclas, empezaremos a hacer los tonos de origen con tonos desaturados.

El motivo de este cambio es sencillo. Si el color carne es un color anaranjado desaturado y quebrado porque añadimos blanco, en lugar de trabajar con colores primarios ¿por qué no empezar con tonos desaturados?, sería más sencillo y menos dificultoso obtener el tono deseado con menos mezclas ¿no?

Colores primarios, desaturados y un amigo, el blanco.

Para ello usaremos un color Ocre, como sustituto del amarillo. Podemos usar el que damos como ejemplo, pero cualquier otro tono de “amarillo-ocre” nos servirá.

Como sustituto del rojo podemos usar un rojo oscuro, un marrón rojizo o incluso un purpura, que lleva una carga importante de rojo.

Y para finalizar utilizaremos un azul oscuro, para que la entonación de intensidad o valor, sea similar a los tonos anteriores.

El blanco podría seguir en la quiniela, pero si lo sustituimos por un blanco roto con algo de amarillo, tampoco sería una mala opción, con esto solo os quiero transmitir que las recetas son prácticas, pero que las aproximaciones también son válidas.

Evidentemente se puede observar que con estos colores desaturados, conseguimos tonos próximos al color carne, más fácilmente y con menos mezclas.

Bueno, con todo lo anterior hemos aprendido a hacer el color carne con tonos saturados y desaturados, entonces, ¿para qué quiero los colores carne que me venden los fabricantes?

Básicamente son muy prácticos, porque los podéis usar como punto de partida, es decir para un color base, podéis usar el color base, pero si buscáis cambiarle el tono, solo tenéis que añadir pequeñas cantidades de los colores comentados anteriormente para variar los tonos o para ir modificando el resto de colores de los sets en vuestras paletas.

Por ejemplo, si queréis un carne base más oscura, añadís un poco de azul y rojo, que queréis un tono más tostado algo de rojo o naranja y si queréis una carne más clara, tenéis la opción del amarillo y el blanco, así de fácil.

Recuperar color o dar saturación

Imaginemos que aun con lo que os hemos enseñado, pintáis una cara con un set de carnes y el resultado final es demasiado frío, neutro, sin ningún contraste evidente, o habéis usado demasiadas luces que llevan blanco y habéis “quemado” el color. La lógica nos dice que, si usamos colores más oscuros del set, conseguiremos contraste, pero no vivacidad en el color ¿Y ahora qué? Pues muy sencillo, recuperaremos saturación o color, añadiendo los colores primarios a la mezcla.

En el caso que mezcléis amarillo y rojo y el tono sea muy intenso, hay que añadir azul. Si mezclamos rojo y azul, la solución es añadir amarillo y si mezclamos amarillo y azul y nos sale un verde, con un poco de rojo neutralizaremos el tono por desaturación complementaria. Es decir, en esta alineación siempre juegan los mismos tres colores, los Primarios, que no los Primaris.

Si el color carne ya está aplicado y seco, se pueden hacer filtros con un tono anaranjado sin necesidad de volver a pintar. El blanco, como color recesivo, es decir, como color pobre al que se le puede variar fácilmente la tonalidad con poca cantidad de otro color, se le puede entonar con ligeros filtros sucesivos y así matar la palidez del blanco excesivo en las luces.

Pintar caras o el color carne no es sencillo, pero sí de origen ya lo hacemos con unos colores o tonos armónicos, la técnica y el proceso de pintura será más fácil de aplicar y el resultado final será más agradable.

Tipos de color carne

Como decíamos al principio, hay infinidad de tonos de color carne, por ello, para facilitaros la tarea, hemos dividido en tres grandes grupos los tonos más comunes que nos podemos encontrar a la hora de pintar una piel.

Color Piel Clara

Predominantemente para pintar este tipo de piel, deberemos usar tonos palidos, rosados, con poco amarillo de base, iluminar mucho con blanco y las sombras, hacerlas con tonos rosados purpura o violeta, en definitiva colores que contengan rojo, nunca marrones muy oscuros y frios, ya que sino ensuciaríamos la tonalidad blanquecina convertiendola en grises.

Color Piel Media

Estos tonos de color carne tienen más variedad de color. Por lo tanto, necesitareis realizar más combinaciones para conseguirlos. Tendréis que partir de naranjas intensos u ocres en toda su variedad, las luces se harán con tonos amarillo anaranjados y algo de blanco. Las sombras podremos optar por muchos matices de marrones, desde el rojizo al marrón sombra natural, pasando por el marrón tierra.

Color Piel Oscura/Moreno

Como en los casos anteriores se deberá experimentar con varias combinaciones y disponer de un ocre oscuro, rojo oscuro y azul.
Para trabajar con esta tonalidad se deberán mezclar los tonos por separado: Por un lado, el ocre oscuro y el blanco y por otro lado el rojo oscuro y el amarillo. Posteriormente se deberán mezclar los tonos resultantes y añadir azul, violeta o purpura para oscurecer el color. Para iluminarlo ir añadiendo pequeñas cantidades de blanco y ocre.

En el caso de querer reproducir la piel negra (azul), amarilla o oriental (amarillo), india (roja), solo tendremos que incrementar los tonos en añadimos entre paréntesis, para obtener los colores piel más entonados según el tono de piel de la raza que queramos.

¿Y todo esto para que nos sirve? En primer lugar, para crear vuestros propios tonos de color carne, a mezclar y a divertiros creando tonalidades armónicas ya que al no depender de una formula ni de un set especifico, lo más importante es dar rienda suelta a vuestra creatividad. Pero si lo que necesitáis es pintar ejércitos enteros y hordas de barbaros semidesnudos a 28mm, no voy a ser yo quien os diga que hagáis mezclas artísticas buscando matices y tonos homogéneos, porque ¡¡no estamos tan locos!!

—  Carlos [GuyBrush]

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