Cómo usar la infantería en el Middle Earth SBG

Publicado el 19 junio, 2022

En un juego de batallas bélicas ambientadas en los diferentes y muy diversos territorios de la Tierra Media, no es difícil imaginar que una de las claves para conseguir la victoria es dominar las estrategias de nuestras tropas de infantería pero… ¿Cómo hacerlo de forma efectiva?

Conceptos básicos

Las miniaturas que formarán nuestra falange y la columna vertebral de nuestros ejércitos son aquellas que necesitan estar en contacto peana con peana con el enemigo para luchar (o dando apoyo desde atrás con lanzas/picas). Estos pueden llevar todo tipo de armas de mano, que trataremos en futuros artículos, pero básicamente serán aquellas que luchen midiendo su habilidad marcial contra sus enemigos y traten de ganar o mantener sus posiciones durante la batalla.

Tanto si usamos una enorme horda de orcos de Mordor o un pequeño reducto de elfos de élite, nuestras decisiones serán las que decidirán el resultado de la batalla. La infantería puede no ser la unidad más fuerte a priori, pero si aprendes a dominar el flujo de la batalla con los movimientos de tu tropas a pie, tendrás mayores probabilidades de éxito en tus campañas, así que aquí van unos principios generales para utilizar la infantería:

¡Evita que te rodeen!

Cuando una formación acaba rodeada, no importa lo buenos guerreros que sean, el número de héroes poderosos con los que cuenten o los estandartes que tenga en su poder, esas tropas serán aniquiladas; tan sólo será cuestión de tiempo.

Lo primero que va a suceder es que los apoyos de las lanzas con las que contamos para hacer más férrea nuestra línea dejará de estar segura y tendrá que luchar sus propias batallas. Esto hará que, en el peor de los casos, todas nuestras miniaturas estén atrapadas y se escuden para no morir, pero estarán atrapadas en caso de perder el combate y probablemente mueran. De forma valerosa si, pero morirán sin remedio. ¿Cómo evitamos esto? Pues protegiendo nuestros flancos, bien sea con caballería que cargue cuando nuestro costado esté bajo ataque directo, con tropas de disparo que mermen a los enemigos frente a ellos, usando la escenografía como barrera natural o con miniaturas con una alta defensa, que sean difíciles de eliminar.

Quedarse atrapadas es de las peores cosas que pueden pasarle a nuestras tropas.

Sé ordenado con tus tropas

Muchas veces nos centramos demasiado en los enemigos que tenemos delante y, con los ojos inyectados en sangre, buscamos avanzar de la manera más rápida al combate con la vista fija en nuestra primera línea y sus respectivos apoyos, dejando en segundo plano el movimiento del resto de nuestra fuerza. Nuestra fuerza se compone de varios elementos y parte de ella puede que muevan menos que el resto o que tengan peanas más grandes que dificulten su maniobrabilidad. Una vez más, estos errores tienen consecuencias. Puede que perdamos uno o dos turnos efectivos en recolocarnos o agruparnos, que no consigamos flanquear al enemigo o que nos veamos sobrepasados por una inesperada carga de la caballería enemiga. Recordad también que una miniatura solo puede dejar paso a una miniatura amiga al retirarse tras perder un combate, por lo que si a causa de nuestro mal posicionamiento no puede hacerlo a causa de otra que hay más atrás, nuestro pobre guerrero seguirá atrapado (¡y no queremos eso!).

Si no dejamos espacio a nuestra primera fila, estaremos atrapados más veces de las que nos gustaría.

Muro de escudos

La formación por excelencia que hemos visto infinidad de veces en el cine, series, etc. Consiste en tener nuestras miniaturas armadas con escudo formando un frente férreo que avancen todos a la par y presenten al enemigo un muro defensivo impenetrable. No por nada este tipo de formación se ha utilizado a lo largo de la historia militar del mundo real, puesto que su eficacia se ha visto probada en infinidad de ocasiones. Es de lo más eficaz pero no os dejéis engañar por su en apariencia simpleza, pues implica un gran conocimiento de cómo se mueve la batalla y de cómo encarar a los enemigos.

En primer lugar, la línea frontal de tu formación debería estar compuesta por aquellas miniaturas que tengan una mayor resistencia y que vayan equipados con escudos (la casualidad). El número ideal que queremos en nuestro atributo de Defensa es el 6, pero si conseguimos superar ese valor, nuestra formación será aún más infranqueable y difícil de romper. ¿Por qué el 6? Una Defensa 6 significa que los ataques más comunes de Fuerza 3 o inferior necesitarán un 6 para aniquilar a uno de los nuestros. Si consigues una Defensa 7 (usando la regla especial Shieldwall de los guerreros de Minas Tirith por ejemplo), mucho mejor, ya que se aplicará lo mismo para los ataques de Fuerza 4 o inferior; haciendo más resistentes aún a tus tropas incluso contra los héroes enemigos.

Un atributo alto de Combate es también algo que buscaremos con tal de conseguir una mayor supervivencia del grueso de nuestro ejército. Aquí la campana suena cuando el atributo de Combate de nuestra línea ofensiva alcanza el 5, porque nos permitirá como mínimo empatar con la práctica totalidad de las tropas de élite enemigas. Cabe recordar que cuando nuestros resultados en los dados enfrentados son un empate, un mayor atributo de Combate decantará la balanza en nuestro favor de forma directa y eso siempre es una comodidad.

Por otro lado, otro atributo que no deberíamos pasar por alto es el de la Fuerza, puesto que si a alguno de los puntos mencionados antes añadimos el tener una Fuerza 4, haremos más temible nuestra línea ofensiva, es por ello que los Uruk-hai y las murallas de escudos de los Enanos tienen merecida su reputación de ser facciones muy duras.

Este sería un buen ejemplo de cómo plantar una línea defensiva difícil de romper.

Pero esto no acaba aquí. Tenemos dos puntos más que tener en cuenta. El primero de ellos sería el de proteger los flancos de nuestro tan bien montado muro de escudos y prestar atención a los apoyos con los que cuenten. ¡Vamos con ello!

Proteger los flancos

Como decía, los flancos son muy importantes, pero si son un punto débil para nosotros, ¡también lo serán para los enemigos! Una forma ideal de proteger nuestros flancos a la vez que atacamos los del contrario sería la siguiente: utilizamos elementos de escenografía que nos hagan de escudo a ambos lados de nuestra línea y así estamos a salvo de cargas inesperadas que nos rodeen. Por contra, si somos nosotros los que atacamos, podemos cargar a nuestros enemigos con la primera línea y aprovechar las tropas traseras para rodear la formación enemiga y crear situaciones favorables para nosotros, atrapando miniaturas u obligándolas a combatir en desventaja numérica.

Tus guerreros de la parte frontal tratarán de aguantar el máximo tiempo posible su posición, escudándose si es necesario incluso, mientras que tus otras miniaturas causarán el caos y verdaderos estragos al contrario. Es buena idea dejar un puñado de guerreros detrás para rellenar los huecos que puedan surgir y para sustituir las bajas. Tras esto, sigue moviendo tropas alrededor de sus flancos y haz pedazos a tus enemigos.

El apoyo es importante

La manera más obvia de garantizarnos más oportunidades de sobrevivir e incluso de derrotar a los contrarios es elegir algunos guerreros de apoyo equipados con lanzas o picas que no den dados adicionales en los combates. También añadir un estandarte en nuestras formaciones es algo más que obligatorio, puesto que estos nos permitirán repetir uno de los dados. De hecho, en formaciones de elfos esto es impagable, puesto que si conseguimos un 6 o un resultado alto, lo más probable es que ganemos de forma automática el combate gracias a su mayor atributo y sus armas élficas, que los favorecen en los desempates.

Mucha gente elige también equipar con lanza a todas sus miniaturas para poder apoyar en cualquier situación a cualquier miniatura amiga, pero ojo con abusar de esta táctica porque puede hacer que gastemos demasiados puntos en miniaturas de apoyo y carezcamos de tener efectivos en primera línea o caballería. Formar bloques de guerreros compactos que se muevan en pequeñas formaciones en lugar de uno muy grande puede ser una manera de mantener un buen equilibrio entre primera línea y apoyos, mientras sigues manteniendo un número sólido de formaciones con capacidad de maniobra en el terreno de juego.

Gracias a los apoyos con lanzas y a la posición defensiva, este contingente elfo puede luchas contra ejércitos que le superan en número.

Por último, pero no por ello menos importante, comentar que las picas pueden prestarnos un mejor apoyo si cabe, puesto que al poder apoyar de dos en dos, tendríamos un total de tres dados en nuestros combates, aunque por contra estaríamos atrapados en la mayoría de ocasiones si perdemos (no todo podía ser bueno).

Pues hasta aquí el artículo de hoy, espero que os haya gustado y pronto tendréis más por aquí.

Mario [Montaraz del blog]

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