ON MARS
Publicado el 10 abril, 2020
Nos trasladamos hasta el año 2037, los primeros colonos acaban de aterrizar en Marte. Como astronauta jefe, nuestra misión será desarrollar la mejor colonia en Marte, gestionar nuestros edificios, transportes y tecnologías, todo ello sin descuidar los recursos: el agua, el oxígeno, las plantas y las baterías no son tan fáciles de conseguir y serán de vital importancia para avanzar en nuestra colonia.
Cuando estamos ante un juego de Vital Lacerda inevitablemente pensamos en lo duro que va a ser, pero también en las buenas sensaciones que va a transmitirnos, lo llevamos hasta lo más alto y solo nos queda ver si nuestras expectativas se cumplen. Y ya puedo adelantaros que sí.
On Mars es un juego de mesa llamativo, tanto para los que conocemos la estela que ha dejado el autor como para los más novatos, desde su portada hasta sus componentes nos atraen, pero también pueden abrumarnos. Muchos marcadores, muchas cartas y muchas acciones que no sabemos cómo funcionan, pero empiezan a parecernos demasiadas. Y sí, es cierto que On Mars tiene muchas acciones que conocer, pero a la vez resulta intuitivo y una vez te has “puesto a ello” todo fluye de forma muy agradable. Si te atreves a adentrarte en el planeta rojo, quédate con nosotros y sigue leyendo.
Tanteando On Mars sin morir en el intento
En este juego de Maldito Games podemos dividir el juego en dos zonas: la órbita y Marte. Al comienzo de la partida cada jugador escogerá una casilla de las ocho disponibles -no puede haber dos astronautas en la misma- y dependiendo de dónde se haya colocado empezará en una de las dos localizaciones, además de tener un orden para ese turno. Importante: cada casilla puede darnos un beneficio (ya sea coger un recurso o mover nuestro robot).
Además, el jugador inicial escogerá dónde empieza el transbordador: en la órbita o en Marte.
Deberemos realizar obligatoriamente una acción principal y, opcionalmente, haremos una acción ejecutiva. Una vez hecha la acción, el transbordador realizará un viaje, de la órbita a Marte (o viceversa, dependiendo de donde se encuentre) y, en el caso de que estemos en la órbita, debemos decidir si viajamos o no con él.
Si decidimos viajar escogeremos una nueva casilla de orden de turno (con su respectivo beneficio), pero solo de las que se encuentran situadas en el lado de Marte, ya que es allí hacia donde nos dirigimos.
Si por el contrario hemos empezado en Marte permaneceremos en la misma casilla (y NO obtendremos el beneficio) y no podremos viajar a la órbita hasta que el transbordador vuelva en el siguiente viaje.
De nuevo, realizaremos nuestras acciones principales y el transbordador viajará de Marte a la órbita. Y así sucesivamente.

Como hemos dicho, solo podemos realizar acciones en la zona en la que se encuentre nuestro astronauta, por lo que deberemos planear si viajamos o no con el transbordador, en función de lo que queramos hacer.
Acciones principales en la órbita:
- Obtener un diseño (coger una carta para mejorar edificios).
- Aprender una nueva tecnología (que ubicaremos en nuestro laboratorio).
- Investigar una tecnología (mejorar una de nuestro laboratorio).
- Obtener recursos (que ubicaremos en nuestro tablero personal).
Además, tendremos una acción más que es la Cápsula de aterrizaje, que nos permite viajar a Marte sin necesidad de esperar al transbordador.
Acciones principales de la colonia (Marte):
- Construir un edificio.
- Mejorar un edificio.
- Mover nuestros robots y astromóvil.
- Construir una nave (pondremos una nave en nuestro hangar y además recibiremos un nuevo trabajador).
- Contratar un científico o coger un contrato.
En general, las acciones de la órbita nos permiten recoger recursos, cartas de diseño -y a su vez los edificios de estas cartas- y tecnologías. Mientras que las de Marte se basan en ampliar nuestra colonia en el planeta rojo y serán las que nos den puntos.
¿Recordáis que tras cada turno el transbordador viaja de un lado a otro? Pues conforme nuestras colonias suban de nivel, el transbordador tardará más en realizar sus trayectos, de forma que podemos tener varios turnos seguidos en una de las dos localizaciones o que nos quedemos aislados en un sitio si no hemos planificado bien nuestras acciones.

On Mars es mucho más que todo esto, es un juego donde deberemos tener en cuenta qué tecnologías escogemos, ya que algunas nos permiten mejorar las acciones del juego, como construir complejos de más de dos losetas.
¿Pero qué pasa cuando es nuestro oponente quien se hace con la tecnología antes que nosotros? Realmente no pasa nada, porque podremos seguir utilizándola y a cambio el otro jugador obtendrá un beneficio.
Esto mismo se da en otros momentos de la partida, cuando escogemos una carta de diseño nos otorga también un edificio, que después podremos “mejorar” en la colonia (es decir, poner el edificio en el tablero). Cuando mejoramos el edificio liberamos en la carta una acción ejecutiva, que podremos realizar si tenemos con nosotros al científico de su color (o si pagamos cristales), pero sí es el contrincante el que tiene la carta solo podremos usarla sí tenemos el científico de su color, así que a veces será interesante hacerse con él antes que otro jugador.
Como podéis ver, en On Mars hay muchos detalles que hacen del juego único, pero que nos tienen que mantener alerta para poder exprimirlo al máximo, algo que os adelanto no pasará en las primeras partidas.

Sensaciones y rejugabilidad
El final de la partida se desencadenará cuando el marcador de misiones haya avanzado tres veces, puede hacerlo porque se han completado las misiones o porque ha aumentado el nivel de la colonia. Una vez ha ocurrido esto solo nos queda contar los puntos y proclamar a un jugador el vencedor.
Y os puedo asegurar que cuando este momento haya llegado solo tendréis sensaciones buenas, puede que un poco confusas si es vuestra primera partida, ya que pensaréis que no habéis aprovechado el juego todo lo que podríais, pero eso solo os invitará a jugar una segunda y una tercera partida hasta que controléis cada una de sus acciones.
On Mars es un juego largo, de esos para jugar una mañana de domingo sin prisa, ya sea a dos o más jugadores, estamos seguros de que lo vais a disfrutar en cualquier forma. A lo largo de la partida surgen distintos sentimientos, muchas veces nos vemos atascados porque no hemos subido el nivel de la colonia; otras veces sentiremos que no hemos aumentado la colonia todo lo que deberíamos -y es que necesitamos poder darles cobijo a los colonos construyendo refugios- o simplemente habremos jugado cuatro turnos seguidos sin aprovechar las acciones ejecutivas.
Son muchos los detalles que hay que tener en cuenta, pero también muchas las opciones a jugar, por lo que en cada partida puedes apostar por conducir tu colonia de una forma u otra, darle más importancia a algo que en partidas anteriores habías descuidado. Esto hace que el juego tenga una rejugabilidad grande, yo hasta la fecha no me he cansado de él y cada partida ha sido distinta.
La mayor complejidad que presenta el juego es precisamente armarse de valor para leer su reglamento y no omitir ningún detalle que muchas veces pasamos por alto, el único aspecto negativo que podría tener es este, ya que cuando las partidas se espacian mucho en el tiempo siempre hay que volver a refrescar las normas y entendemos que en el On Mars esto puede dar un poco de pereza.
En definitiva, On Mars es un gran juego, de esos que pueden acompañarte y vivir en una ludoteca por mucho tiempo, ya que difícilmente será reemplazable.
— Raquel [Ludoadicta de la Costa]

On Mars (Castellano)
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Ver productoEtiquetas: Juegos de Mesa, Maldito Games, On Mars
Categorizado en: Juegos de Mesa
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