One-shot Navideño para jugar con los pequeños de la casa

Publicado el 24 diciembre, 2022

Para jugar con niños

Una de las cosas buenas que tienen las vacaciones de Navidad es el tiempo libre extra de que disponemos. O, bueno, ¡algunos de nosotros! Sea como fuere, no hay duda de que las navidades son, al menos por lo general, días de fiesta para pasar con los nuestros, con la familia. Y, ya que estamos, ¿por qué no aprovechar la ocasión para echar una partidita de rol y, de paso, jugar con los pequeños de la casa?

Hoy os traigo un one-shot que pretende ofrecer precisamente eso: una partida rápida (ya sabemos cómo son las cosas en estas fechas; no es fácil poder dedicar toda una tarde a jugar a rol) diseñada con ambiente navideño y enfocada hacia los niños, para que podamos jugar con ellos. Si bien está pensada para Dungeons and Dragons (5ª edición), con muy poquitas adaptaciones podremos utilizarla para cualquier juego de rol de fantasía. ¡Así que nada de excusas!

¿Cómo jugar con niños?

La clave es simplificar. Mi recomendación es que utilicemos un reglamento abreviado (los puedes encontrar en Caja de inicio: Los dragones de La Isla de las Tempestades o en D&D Kit Esencial, dos cajas muy recomendadas para todos los aficionados a Dungeons & Dragons. Pero, dependiendo de la edad de los niños, puede ser muy recomendable revisar esos reglamentos abreviados antes y hacer un resumen básico en un cuaderno, eliminando o facilitando las reglas más complicadas. Respecto a los personajes, mi recomendación es usar un grupo de nivel dos, sin construcciones complicadas (nada de multiclases ni de razas extrañas) para que resulte fácil de usar para los niños. Incluso podría ser aconsejable que el Dungeon Master juegue un pnj comodín, tal vez un mago o un sacerdote con flexibilidad en cuanto a conjuros (que viene a querer decir que, en vez de ponerle una lista de hechizos, echaremos mano de aquello que necesitemos para facilitar las cosas a nuestros pequeños jugadores). ¡Es importante que enfoquemos la partida con mucha flexibilidad, y que comprendamos que el objetivo de la misma es que los niños se lo pasen bien mientras descubren el rol!

La partida

Dejaremos la ambientación inicial a criterio del Dungeon Master, para que así pueda adaptarla a las necesidades del grupo. Los personajes deben estar reunidos y en tiempo de descanso, quizás acampados en un paisaje invernal, o en una taberna, protegidos de la nieve y el frío del exterior. ¡La ambientación invernal es fundamental para la historia! En un momento dado, introduciremos en la escena a dos pequeños personajillos.

Dos pequeñas figuras surgen ante vosotros y os miran con interés mientras discuten entre ellos en susurros que no alcanzáis a escuchar. Con una mirada podéis advertir que los pequeños duendes, pues no hay duda de que lo son, apenas superan el metro de altura, lucen orejas puntiagudas y visten con un llamativo atuendo de colorines lleno de cascabeles.

¡Ya os habréis dado cuenta de que estos duendes están sacados directamente del taller de Santa Claus! Permitiremos entonces que nuestros jugadores interactúen con los duendes, quienes se mostrarán muy interesados en contratar los servicios como mercenarios del grupo de aventureros. ¿Qué cuál es el trabajo? ¡Nada menos que un rescate! En Las Montañas del Hielo Eterno, próximas al lugar en que se encuentran los personajes, un feroz yeti mantiene preso al jefe de esos duendes, ¡y sospechan que tiene toda la intención de comérselo! Naturalmente, describiremos al individuo capturado como un hombre de vientre abultado, frondosa barba blanca, vestido de rojo y blanco y con tendencia a decir “ho ho ho”. ¿Quién iba a ser, sino él? Como recompensa por el rescate, ¡los duendes prometerán a los personajes un buen montón de regalos y de dulces!

Los personajes emprenderán entonces un largo camino por las montañas heladas, siempre acompañados por los duendes, que, a la menor señal de peligro, correrán a esconderse hasta que la amenaza haya desaparecido. De esta forma, a través de los duendes, podremos buscar que los niños interactúen tanto con estos como unos con otros. ¡Es muy divertido ver las ocurrencias de los niños en estas situaciones!

Naturalmente, por el camino tendremos algún que otro susto. Cuando lo consideremos oportuno podemos crear un encuentro entre los personajes y un grupo de mephits de hielo (página 228 del Manual de Monstruos de Dungeons and Dragons). Recomiendo, eso sí, máxima prudencia al respecto, y una cantidad prudente de esas criaturas, pues queremos que sean derrotados por los niños. Lo mejor sería hacer aparecer a dos o tres y, sobre la marcha, introducir alguno más si vemos que los niños acaban con ellos con excesiva facilidad.

Superado el primer escollo llegarán hasta una empinada y resbaladiza ladera rocosa, que tendrán que escalar mediante las correspondientes tiradas o con el uso de ingenio. Los tendremos entretenidos un rato y, cuando al fin lleguen a la cima y ya vean a lo lejos la cueva en la que el yeti retiene a Santa Claus, serán atacados por un par de lobos invernales (disponibles en la página 332 del Manual de Monstruos de Dungeons and Dragons). Sí, es una amenaza muy dura para un puñado de personajes de nivel 2, pero es que, cuando las cosas se pongan feas, ¡hará su entrada Rudolf, el reno de la nariz roja, para ayudar a los niños en el rescate! Usaremos el perfil de alce gigante, disponible en la página 319 del Manual de Monstruos de Dungeons and Dragons.

Rudolf  y los duendes dirán a los niños que vayan a rescatar a Santa Claus mientras ellos se ocupan de varios lobos más que se aproximan (este combate será narrativo, sin dados), y entonces, una vez que los personajes alcancen la cueva, y tendrán que enfrentarse al yeti (página 307 del Manual de Monstruos de Dungeons and Dragons). ¡Finalmente, tras derrotarlo, podrán liberar a Santa Claus, lo que hará huir a los lobos! Este, ya libre, dará un sonoro silbido y aparecerá en el cielo un trineo volador tirado por renos, que los recogerá y se los llevará a todos de allí. ¡No olvides hacer que el agradecido rescatado reparta un montón de regalos envueltos en papel de colores entre los personajes!

Si quieres hacer aún más divertida la partida, puedes preparar algunas miniaturas y algo de escenografía. ¡Las miniaturas de Dungeons and Dragons te ofrecen todo lo necesario, y a los niños les encantará!

¡Espero que os divirtáis! Y, bueno, ¡feliz Navidad a todos! Nos leeremos de nuevo por aquí después de fiestas, ya en el 2023. ¡Hasta entonces!

—  Joaquín «Kyo» Sanjuán [Heraldo de Grímnir, www.grimnir.es]

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