Pandemic: Respuesta Rápida
Publicado el 9 septiembre, 2019

Desde que en 2008 saliera Pandemic y conquistara el mundo de los juegos cooperativos, su universo no ha parado de crecer con expansiones y lanzamientos nuevos. La nueva propuesta de Z-Man Games es Pandemic: Respuesta rápida, una versión a tiempo real del clásico.
Al contrario de todos sus predecesores, Pandemic: Respuesta rápida por primera vez no está co-firmado por el autor del original, Matt Leacock, sino por Kane Klenko, un autor estadounidense conocido por otros juegos de velocidad como Fuse o Cosmic Factory. Para bien o para mal, el cambio de autoría hace de este Pandemic la versión más alejada del original. Al igual que en Fuse, en Respuesta rápida Klenko hace uso de la mecánica de lanzamiento y asignación de dados a tiempo real.
La sensación de juego es muy diferente a la de un Pandemic al uso, por lo que podrá decepcionar al fan acérrimo acostumbrado a jugar a versiones del conocido, pero otros jugadores quizá agradezcan comprobar que la serie por fin se atreve a ofrecer un enfoque diferente.
En Pandemic: Respuesta rápida, varias ciudades alrededor del mundo están en crisis y necesitan urgentemente unas combinaciones de suministros (agua, comida, medicina,…) para asegurar la supervivencia de su población. Los jugadores, en el papel de un comando especial de auxilio, viajarán en un avión futurista desde el cual podrán generar todos esos recursos e irán volando de ciudad en ciudad para abastecerlas y así salvarlas. ¡Pero el tiempo juega en vuestra contra! Deberéis ser rápidos a la hora de asignar vuestros dados a acciones y organizaros bien. Para complicar las cosas (y como era de esperar), nuevas ciudades entrarán en crisis a medida que el tiempo avance, pidiendo nuevas combinaciones de suministros que tendréis que generar.

El tablero en Respuesta rápida es un poco especial. Mientras que el interior del tablero representa el interior del avión en el que los jugadores trabajarán generando y lanzando suministros, el exterior del tablero representa las ciudades del mundo. Para indicar dónde se encuentra el equipo, una miniatura del avión se moverá alrededor del borde, en el que están escritos los nombres de algunas de las ciudades. En estos huecos alrededor del tablero también es donde se irán colocando las cartas de ciudad en crisis que irán apareciendo. En estas cartas podemos ver los recursos que solicitan para poder salvarlas.
El sistema de juego es sencillo: los jugadores tomarán turnos para lanzar y relanzar sus dados hasta tres veces, quedándose cada vez con los resultados que necesiten. Después de eso, tendrán que gastarlos para realizar acciones.
Las acciones incluyen:
- Mover el peón de habitación a habitación por el tablero gastando cualquier dado.
- Mover la miniatura de avión alrededor del tablero hacia otras ciudades (usando los dados con resultados de avión).
- Generar recursos en la habitación en la que se encuentre su peón (usando los dados con el icono del suministro correspondiente).
Normalmente, los jugadores se concentrarán en acercar el avión a la ciudad más cercana y en producir los suministros que esa ciudad solicita (p.ej., “dos de agua y dos de energía”). Para generar un suministro, el peón del jugador debe estar en la habitación correspondiente durante su turno y asignar los dados que lance (con el icono adecuado y en la cantidad correcta) a esa habitación.

Las casillas en cada habitación marcan cuántos dados son necesarios para producir el recurso de esa habitación. La mayoría de veces habrá que asignar dados en bloque (dos o tres dados con el resultado del recurso necesario a la vez). A pesar de lo complicado que suena, hay algo bueno: los dados que se asignen pueden ser de cualquier jugador, por lo que varios jugadores podrán entrar en la misma habitación durante su turno y usar sus dados para ayudar a producir de manera conjunta. Una vez asignados suficientes dados, los suministros (en forma de cubitos de colores) se pueden producir, con lo que se envían a la escotilla, donde estarán listos para ser entregados a las ciudades. Cuantos más dados se hayan asignado a la habitación, más cubitos se producirán.
Cuando se «gastan los dados» de una habitación para producir suministros y enviarlos a la escotilla, hay que anunciarlo y devolver los dados asignados a la habitación a sus respectivos dueños. Pero antes, todos esos dados deben ser lanzados de manera excepcional por el jugador activo para ver si se han generado residuos en la producción: cada icono enmarcados en un círculo hará subir en uno el contador de residuos y, si éste llega a once, todos los jugadores pierden la partida inmediatamente. Para evitar ese final nefasto, los jugadores pueden moverse a una habitación especial llamada planta de reciclaje. Asignando dados a esa habitación, en vez de producir un recurso, se podrá reducir el contador de residuos y salvar así la situación.

A la izquierda, podemos ver la escotilla, que ya tiene preparados cuatro recursos que han ido produciendo los jugadores (dos energías, un agua y un botiquín). ¡Desde ahí podrán lanzarse a las ciudades que los necesitan!
Y existe una última habitación importante: la escotilla. En ella se irán acumulando los suministros producidos en las habitaciones. Cuando se hayan colocado aquí, estarán listos para lanzarse desde el avión. Si un jugador se encuentra en la escotilla durante su turno y el avión se encuentra sobre la ciudad adecuada, ¡el jugador puede abrirla para abastecer la ciudad de suministros y salvarla! A efectos de juego, eso significa retirar de la escotilla la combinación de cubitos de colores que la carta de ciudad precisaba y retirar la propia carta de ciudad del borde del tablero.
Y ahora viene lo bueno: ¡cada vez que una ciudad es salvada, se gana tiempo! Cuando se retira una carta de ciudad, los jugadores recibirán un contador de tiempo nuevo (en forma de ficha morada), que cuenta como un reloj de arena entero. Y es más: ¡si retiráis la quinta carta de ciudad, habréis ganado la partida!
Cada vez que el reloj de arena se agote, los jugadores deberán girarlo y perder una ficha de tiempo. Además, deberán revelar una nueva carta de ciudad en crisis y colocarla en el hueco adecuado alrededor del tablero. ¡Esperemos que no esté muy lejos de dónde esté el avión en ese momento! Si se está jugando en modo difícil, cada vez que se salve una ciudad, los jugadores deberán resolver además una carta de evento que creará condiciones más complicadas para todos.
Si en algún momento se agota el reloj y no quedan fichas de tiempo… ¡los jugadores pierden inmediatamente!

Pandemic: Respuesta rápida mantiene u homenajea algunos elementos del Pandemic original. La temática, los poderes de personajes variables, las ciudades, los cubitos y el movimiento de los peones por el tablero siguen presentes. Algunas mecánicas, aunque modificadas, son una clara referencia a mecánicas del original: la planta de reciclaje sustituye a los brotes, y la asignación de dados a acciones sustituye el sistema de acción por puntos.
Sin embargo, probablemente estos elementos sean los únicos que den cohesión al juego con el resto de la serie. La experiencia sosegada de Pandemic se sustituye por una experiencia frenética y dinámica. Sin meternos en si esto es más o menos divertido al juego (ya que dependerá totalmente del tipo de jugador), hay una ventaja objetiva: las decisiones pasan de ser decisiones calculadas por el grupo a ser mucho más espontáneas, por lo que el “efecto líder” (una persona decidiendo por todos los demás) se ve bastante mitigado.
Aún así, el juego precisa de una buena coordinación para controlar los residuos y optimizar los movimientos de los peones dentro del tablero del avión, ya que el tiempo es muy justo. Tratándose de un juego de dados, la suerte en “Respuesta rápida” aumenta y deja de limitarse únicamente a las cartas, lo que puede ser frustrante, pero también emocionante. Además, están los poderes de personaje: a parte de ser poderes que suelen ayudar a mitigar la suerte extra que aportan los dados, ayudan a diversificar el papel de cada jugador dentro del avión, ya que normalmente hacen que cada jugador sea más poderoso desempeñando una tarea específica. Así, cada jugador tendrá algo a lo que atenerse, sobre todo en las primeras partidas.
En resumidas cuentas, Pandemic: Respuesta rápida me ha parecido un acierto. Quizá englobarlo en la serie Pandemic es una estrategia un poco tramposa para darle caché y ventas a un juego no muy cercano al sistema original pero, honestamente, en este caso no me ha molestado. Y es que Pandemic es un universo que ya ha ofrecido tantas variantes de un buen sistema que ya va siendo hora de que se abra a mecánicas nuevas, aunque sean radicalmente distintas.
Respuesta rápida me da esperanzas de que la serie Pandemic siga explorando mecánicas alternativas y ofreciéndonos juegos de calidad frescos y divertidos. Que esto ocurra o no supongo que dependerá del éxito del propio Respuesta rápida.
— Jens [Goblin ludoadicto]
Etiquetas: Análisis, Juegos de Mesa, Pandemic, Reseña
Categorizado en: Juegos de Mesa
Debe estar conectado para enviar un comentario.