Player Two, press start: juegos de mesa para dos

Publicado el 10 septiembre, 2019

Aunque muchos de los juegos de mesa están indicados de 2 jugadores en adelante, hay veces en las que la experiencia de juego mejora exponencialmente con el número de participantes. En otras ocasiones, el reglamento tiene una versión que adapta el sistema de juego para 2 jugadores usando nuevas mecánicas, o quitando mecánicas del juego. Así que si queremos disfrutar de un juego junto a otra persona, mi recomendación es optar por juegos expresamente diseñados para 2 jugadores.

Aunque haya muchos juegos importantes para dos jugadores, como Twilight Struggle o Arkham Horror LCG, voy a hablarlos de mi «top 3» personal, cada uno con una temática y mecánica distinta.

Star Realms

Star Realms: Colony Wars es una de las cajas básicas de Star Realms.

Star Realms es uno de mis juegos de deckbuilding (=»construcción de mazos») favoritos. Junta dos de mis pasiones: la construcción de mazos y la ciencia ficción. En Star Realms, cada jugador es el gobernante supremo de una potencia intergaláctica, pero ni siquiera el universo es lo bastante grande para los dos…

Ambos jugadores empiezan con un mazo de cartas de idéntico. Cada turno, los jugadores robarán y jugarán las primeras cinco cartas de su mazo, recibiendo sus bonificaciones y después descartándolas de nuevo. Una de las bonificaciones más importantes es el dinero, que permite comprar cartas de un mercado central compartido por ambos jugadores. Las cartas compradas irán al descarte junto con las cinco cartas jugadas durante el turno. Cuando el mazo de robo de un jugador se agote, barajeará su descarte para conformar con él su nuevo mazo (¡incluyendo las cartas mejoradas que han ido comprando!). Así, durante el transcurso del juego, los jugadores van a ir «construyendo» su propio mazo diferenciándose del de su enemigo. Aunque los poderes de las cartas de nave que vamos a ir jugando son variados, el objetivo principal del juego es desplegar naves que machaquen a nuestro rival con su potencia de fuego, reduciendo sus vidas a 0.

Gracias a los poderes de sus cartas verdes (Blob), este jugador ha podido jugar más de cinco cartas durante su turno.

Las naves que podremos ir comprando normalmente pertenecen además a una de cuatro facciones. Si conseguimos jugar al menos dos cartas de la misma facción en un mismo turno, esas cartas activarán habilidades adicionales. Es buena idea centrarse en adquirir cartas de una o dos facciones …aunque a veces nos saltaremos esta norma por fastidiar a nuestro rival robándole una pedazo de carta del mercado.

Cada facción está identificada con un color y tiene un estilo de juego identificativo. El rojo representa al Culto Máquina (¿alguien dijo Adeptus Mechanicus?) especializado en descartar cartas obsoletas de tu mazo y hacer daño a tu rival. La Federación de Comercio usa el color azul y sus cartas generan una cantidad brutal de recursos, a parte de hacerte recuperar vidas. El amarillo es el color del Imperio Estelar, cuya seña de identidad es hacer que tu oponente se descarte de cartas de su mano, fastidiando su siguiente turno, y hacer que tú robes más. Y por último tenemos a los Blob, que son verdes. Su estilo de juego simple pero brutal se centra en hacer daño a tu rival. ¿Adivináis cuál es mi facción favorita?

Las partidas a Star Realms son rápidas y trepidantes. Además, me parece que es un juego muy adictivo, ya que como buen deckbuilding es justo cuando la partida está a punto de acabar cuando dispones de un mazo lo suficientemente potente como para regenerar vida más rápido de lo que tu rival puede hacerla bajar; o un mazo tan efectivo que te hace robar manos de cartas capaces de hundir a tu oponente y sus defensas en el olvido en un solo turno. Así que, tras terminar, estás deseando que tu rival te pida (u otorgue) la revancha para dar cancha a nuevas estrategias.

Onitama

El diseño de la caja de Onitama es totalmente original: hasta tiene un cierre magnético.

Onitama es un juego comparable a las damas o al ajedrez con una estética japonesa muy chula. Dos escuelas de artes marciales rivales se disputan el acceso a un templo místico. Usarán sus técnicas de lucha al más puro estilo Daniel-San para superar a sus adversarios.

Cada jugador dispone de 5 miniaturas (4 estudiantes y un maestro) que encarnan a su escuela, y la acción tiene lugar sobre un «tatami» representado por una cuadrícula de 5 por 5. Podemos ganar de dos formas: capturando al maestro de nuestro rival o haciendo que nuestro propio maestro cruce el tablero y acabe en la casilla inicial del maestro rival. Lo que hace diferente a Onitama es el sistema de movimiento de tus piezas: cada jugador dispondrá de dos cartas con movimientos predeterminados. Además, habrá una quinta carta al lado del tablero. Durante tu turno, usarás una de tus dos cartas de movimiento con cualquiera de tus figuras. Después robarás la quinta carta apartada, y dejarás la carta que has usado en su lugar. Eso implica que hay que pensar muy bien si merece la pena realizar cada jugada, ¡ya que la pones a disposición de tu rival para su siguiente turno!

Despliegue de Onitama. Le toca al jugador rojo: usará una de sus dos cartas de movimiento, que pasará al centro, y luego cogerá la carta de grulla que usó azul el turno anterior.

El juego básico trae 16 cartas de movimiento, y en cada partida solo se usan cinco, así que hay muchísimas configuraciones diferentes de movimientos disponibles, haciendo que cada partida sea única.

A parte de su sistema de movimiento original, me gustaría reseñar lo cuidada que está la producción del juego: trae un tapete de neopreno en forma de tablero, las cartas de movimiento (inspiradas en espíritus animales) están decoradas con kanjis y proverbios japoneses, las figuras de plástico son gruesas y simulan piezas talladas, dándole a Onitama ese aspecto de juego que podría haber disfrutado hasta el propio Nobunaga Oda. Y todo este contenido cabe en una práctica y elegante caja que ocupa un espacio muy reducido.

Patchwork

Patchwork es un juego ya clásico para dos jugadores. El autor: Uwe Rosenberg, uno de los autores más célebres del mundo (Agricola, Le Havre, Los Campos de Arle,…).

En Patchwork ambos jugadores tienen como objetivo confeccionar una manta a base de retales. Cada jugador dispone de un tablero de edredón que tiene que cubrir a base de adquirir fichas de retales y colocarlas «a lo Tetris» en él. Los retales están desplegados formando un círculo en el que además se encuentra un peón de madera a modo de marcador. En nuestro turno podremos elegir una de las 3 primeras fichas situadas delante del marcador, una vez elegido el retal situaremos el marcador en el lugar que acaba de quedarse libre. Para adquirir los retales consumiremos dos recursos: botones y tiempo.

Los botones son una materia prima de juego de mesa en el sentido clásico: empezamos la partida con una cantidad inicial, y los gastamos para comprar retales. Se pueden obtener más botones durante la partida.

Para representar que el tiempo solo fluye en una dirección (hacia delante, por mucho que se empeñe Doc Brown), cada vez que consumimos tiempo avanzamos un número de casillas en el tablero de tiempo. Dicho tablero es un recorrido con sentido único, y marca la duración de la partida. Cuando ambos jugadores alcanzan su última casilla, se cuentan los puntos y gana el mejor sastre.

¡La batalla por los retales ha comenzado!

Lo que más me gusta de este juego es que los turnos tienen una duración variable. Hasta que no sobrepasemos a nuestro rival en el tablero de tiempo, repetiremos turno y podremos adquirir nuevos retales para coser en nuestra manta. ¡Así que comprar un retal con un alto coste en tiempo muchas veces significa otorgarle a nuestro rival la oportunidad de realizar varias compras en su turno! Sin embargo, ser el primero en alcanzar ciertas casillas del tablero de tiempo nos otorga recompensas en forma de piezas adicionales (parches de cuero) para colocar en nuestro tablero de manta.

Este ha sido mi «top 3» de juegos para 2 jugadores. Hay otros juegos que me encantan pero no están en esta selección por distintos motivos, como por ejemplo los mencionados anteriormente: Twilight Struggle me parece un juegazo, pero su elevada complejidad lo convierte en «café para muy cafeteros». Arkham Horror LCG tiene un sistema muy chulo, pero prefiero echarme una partida de rol a La Llamada de Cthulhu

¡Espero que esta pequeña selección de juegos os ayude a pasar buenos ratos en buena compañía!

Txema, kaudillo orko [GTS Madrid Norte]

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