Reseña Anno 1800

Publicado el 29 diciembre, 2021

2-4 jugadores / 120 minutos / +12 años / Martin Wallace / Devir

Ya, ya me acuerdo, barcos, máquinas de coser, comida enlatada, abrigos de piel… En ese lugar sí que sabían como desquiciar a un honrado y desgreñado goblin como yo… sin cuevas, sin olores de pies y sobre todo, todo lleno de agua en esas islas. Maldita sea, si yo odio ducharme.

¿Qué de qué hablo? Pues está claro que de mi visita a las islas en Anno 1800.

Hoy en la Seta del Goblin os presentamos Anno 1800, la última creación de Martin Wallace (Rocketmen y Brass: Birmingham), traído a nuestro país por Devir y basado en el exitosos juego de Ubisoft del mismo nombre (sí, Anno 1800 por si había dudas).

En este juego tomaremos el papel de colonos llamados a hacer florecer una ciudad en una isla, para crear nuevas rutas comerciales entre el viejo Mundo y el nuevo Mundo. Para ello tendremos que planificar nuestras construcciones, innovar las tecnologías y gestionar a nuestra población para prosperar y tener la mayor influencia de entre nuestros competidores.

¿Qué es Anno 1800?

Anno 1800 es un juego de gestión de recursos y de motor de juego (engine builder), en el cual tendremos que ir tomando acciones por turnos para aumentar nuestra producción y crear, o comerciar, los materiales necesarios para alcanzar nuestros objetivos. Para ello debemos emplear a nuestra población correctamente, ya sea poniéndolos a currar en nuestras fábricas y/o mejorándolos para que puedan producir materiales más exclusivos. A medida que vamos completando objetivos, contentando a nuestra población y explorando las islas vecinas, ganaremos influencia, lo que nos dará la victoria.

Una partida de Anno 1800 comienza con un setup inicial, donde encontramos un tablero central con todas las fábricas y recursos que vamos a poder desarrollar a lo largo de la partida. Además, tendremos las cartas de población y de expedición.

Por otro lado tendremos los trabajadores, representados por cubos de colores (esta será nuestra mano de obra):

  • Verde: Granjeros
  • Azules: Trabajadores
  • Rojo: Artesanos:
  • Morado: Ingenieros
  • Azul Claro: Inversores

Y por último dispondremos de las islas del Viejo Mundo y del Nuevo Mundo, que nos proporcionarán recursos únicos y más espacio para construir nuestras industrias.

Cada jugador recibirá un cartón de isla, donde se ven representadas las industrias iniciales, la población de la que disponemos y a la que podemos progresar y nuestra flota, que nos dará opciones adicionales (que estando en una isla tiene todo el sentido del mundo, si lo pensamos).

A continuación dispondremos 4 granjeros, 3 trabajadores y 2 artesanos en nuestra isla y robaremos 7 cartas de población azul/verde y 2 roja/morada/azul claro. Estas cartas representan cada uno de nuestros ciudadanos y sus características especiales. Podremos beneficiarnos si conseguimos satisfacer sus requisitos, en forma de recursos.

Es necesario mencionar que Anno 1800 es un juego de duración indeterminada. Acaba cuando algún jugador se queda sin cartas de población en la mano. Gestionar la población y estar atento de lo que necesitan, mediante las cartas, es crucial para maniobrar cuándo y cómo queremos terminar la partida.

Spoiler: no es tarea fácil.

¿Como se juega?

La mecánica gira en torno a las industrias y a la producción de recursos, ¿cuál es el problema? Que hay muchos tipos y no puedes llegar a todo, por lo que es necesario enfocarte en lo que la mayoría de tus ciudadanos necesitan para poder jugar las cartas, generando la mayor influencia posible y ganar la partida.

Las losetas de fábricas y recursos será donde coloquemos nuestros cubos de población, generando así los recursos necesarios para construir nuevas fábricas y acceder a los materiales más exclusivos. Cabe recalcar que el número de nuevas fábricas es limitado a 2, por lo que debemos ser rápidos… Pero no temáis, ¿os acordáis de que estamos en una isla y no tenemos barcos? Pues es que además de construir y hacer trabajar a nuestros ciudadanos como si fuésemos un déspota troll, otra mecánica principal es el comercio.

Los barcos mercantes nos proporcionan fichas de comercio, que podemos usar para emplear las industrias de nuestros competidores a cambio de oro. Si nos quedamos sin una industria esencial que necesitemos, vamos a poder comerciar con nuestros vecinos y así seguir progresando. 

Cuando un trabajador produce un recurso en una loseta de fábrica, se quedará allí bien hasta que le paguemos de nuestra reserva de oro. Para poder volver a emplearse, o bien que se declare un día festivo en la isla, lo que hará que recuperemos todos nuestros trabajadores y podamos volver a producir. 

No obstante, los días festivos nos harán perder un turno entero, por lo que otra buena opción para reducir el número de días festivos es aumentar nuestra población, dándonos cubos adicionales junto con una carta de población, que retrasa el final del juego. 

Con el objetivo de tener mejores productos e industrias, lo que veremos es que algunos de los trabajadores que tenemos en nuestra ciudadanía se vuelven redundantes. Llegará un punto donde necesitemos menos trigo y más máquinas de coser, sin embargo, no todos los trabajadores son aptos para todas las industrias. Asimismo, una opción viable es mejorar nuestros trabajadores. Esto es más barato que aumentar la población y al no incrementarla, no ganamos cartas adicionales de población.

El último aspecto del juego es la exploración, aquí vamos a usar nuestros barcos de exploración para hacer una de tres cosas:

  • Colonizar el Viejo Mundo: Lo cual nos dará una mini isla nueva para tener más espacio para construir.
  • Explorar el Viejo Mundo: Aquí podemos obtener una nueva isleta con materiales exclusivos que no se obtienen en fábricas pero que necesitaremos para ciertos objetivos, también obtendremos cartas de población “colono” que necesitaremos jugar para acabar la partida.
  • Comenzar una expedición: Aquí robaremos cartas de expedición, que nos hará ganar puntos al final de la partida.

Cuanto más exploremos, más exigente serán las subsecuentes acciones de exploración, por lo que necesitaremos una flota mayor para obtener más de este recurso.

Como ya hemos mencionado, los turnos irán sucediendo hasta que un jugador juegue su última carta de población. Se juega una última ronda y el que más puntos de influencia tenga será proclamado “Mejor isla del Anno»… o algo así.

Componentes y producción

Anno 1800 es un juego de producción correcta. Hay muchísimas, pero muchas muchas, losetas. Si bien es cierto que abruma la primera vez que lo montas, luego te das cuenta que las ilustraciones son claras y la iconografía se distingue después de haber jugado un par de turnos.

Esto es similar para las cartas, con la salvedad de las de expedición. Aunque los iconos son distintos, la diferencia entre animal y artefacto hay veces que no está del todo clara, pero es cierto que es solo en un par de casos.

El arte bebe directamente del juego de Ubisoft, se nota en los tableros de jugador. Una pena, además, que la parte de arte más impresionante, se encuentre detrás del tablero principal, el cual no se verá nunca en la mesa.

Las carta de ayuda me da la sensación que son un poco redundantes. Para la primera partida es posible que ayuden a muchos jugadores a reducir el análisis-parálisis o identificar ciertos iconos que a lo mejor no quedan del todo claros. Por último una mención especial al reglamento, me pareció una guía excelente y bien estructurada. Además de tener una serie de consejos para la primera partida y suficientes ejemplos para resolver algunas dudas que puedan surgir.

¿A quién le gustará Anno 1800?

  1. Aquellos fanáticos que les guste la gestión de recursos y la optimización de motores de juego.
  2. Jugadores que les gusté los juegos euros con un toque más económico.
  3. Los seguidores fieles de esta saga de PC, que no quedarán insatisfechos.

En conclusión

Anno 1800 es un juego que abruma la primera vez que lo sacas a la mesa, mogollón de losetas, muchos cubos, muchas industrias, muchos iconos… pero es cierto que después de un par de turnos, casi todos los jugadores entenderán las opciones que tienen a su disposición y cual es la mecánica principal. Sin embargo, esto no quiere decir que vayas a saber como se gana la primera partida, porque no es trivial, ya que el objetivo no es tanto hacer mejores industrias si no el jugar el mayor número de cartas de población en el menor número de turnos.

La variabilidad es buena, ya que hay muchas cartas de objetivo y de población que hará variar tu estrategia para desarrollar una industria u otra, incluso repensar completamente tu estrategia. Lo que hará que, a veces, un jugador se tenga que parar un par de minutos a sopesar qué es lo que quiere hacer.

El juego tiene una escalabilidad rara, ya que la disposición de industrias y recursos no varía dependiendo del número de jugadores. Si alguien está construyendo muchas industrias, sus competidores necesitan enfocarse más en el comercio para obtener los recursos que necesitan.

En definitiva, es un juego con una mecánica muy bien implementada, con un poco de curva de aprendizaje que hará que las primeras partidas te salga un pelín de humo de la cabeza. Sin embargo, al finalizar, te da una satisfacción de ver todo lo que has conseguido. Eso sí, para partidas más ágiles, recomiendo mucho este título a 2.

Pues con esto y un garrapato, nos vemos pronto en otro artículo. 

Zeta [Suministrador de Fanáticos]

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Brass: Birmingham (Castellano)

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