Reseña My City

Publicado el 13 mayo, 2021

2-4 jugadores / 30 minutos / +10 años / Reiner Knizia / Devir

Esta primavera se ha estrenado en nuestro idioma My City, un juego que nos ha traído Devir y que tenía muchas ganas de probar, aunque ciertas reservas, ya que se trata de un juego de tipo legacy.

En My City hemos llegado hasta una nueva y despoblada región, donde empezamos a construir nuestros edificios y van surgiendo las primeras ciudades, un juego de colocación de losetas ultra sencillo, pero con un aspecto que lo vuelve muy interesante: el juego va cambiando y evolucionando a lo largo de la partida. Ante esta premisa tenía mucha curiosidad, pero, como he dicho, también dudas… ¡hoy vamos a hablar de My City, os contaremos de qué va exactamente y qué nos ha parecido!

¡Una ciudad como ninguna!

Aunque este juego se nos presenta como legacy, hay que especificar que los tableros individuales tienen doble cara, por lo que por una de ellas podemos jugarlo tantas veces como queramos. Es decir, una vez terminado el juego no “muere”, sino que tiene una variante permanente.

Pero, lo que realmente hace interesante al juego es su campaña, que está divida en 24 partidas, donde nuestra ciudad crecerá e irá viviendo cambios hasta que llegue a estar completa. Cada tres partidas forman un capítulo y los 8 capítulos que hay vienen a sobre cerrado, por lo que cuando abrimos uno solo conocemos los detalles de esas tres partidas, el resto es un misterio.

My City consta de cuatro tableros individuales, a doble cara; 8 sobres cerrados; 24 cartas de loseta y las losetas en sí, disponibles en tres colores y con 8 edificios por cada color, cada jugador tiene un set con estos edificios; y finalmente cuatro contadores, uno para cada uno.

En esta reseña vamos a explicaros cómo se juega al juego permanente, pero ya os adelantamos que jugar la campaña es muy similar, ya que el funcionamiento básico es el mismo, salvo que en cada sobre se añaden nuevas opciones, formas de puntuar o restricciones, que aquí no vamos a desvelar cuáles para que sea un completo secreto si decidís haceros con él.

Para empezar a jugar disponemos el tablero con su cara de juego permanente bocarriba, colocamos el marcador de puntuación en el número 10, colocamos nuestros edificios cerca de nuestro tablero y barajamos las cartas de edificio, colocando el mazo sobre el centro de la mesa una vez esté listo.

Ahora viene la parte divertida, ¡hora de jugar! Un jugador desvela la primera carta del mazo, todos los jugadores buscan la loseta que se ilustra en ella y la colocan en su mapa, todos a la vez. Una vez la hemos colocado volvemos a repetir la jugada hasta que se desencadene el final de partida.

Pero la dificultad viene a la hora de colocar nuestras losetas, ya que tenemos que seguir unas normas de construcción claras:

  • El primer edificio que coloquemos debe ir junto al río.
  • Los siguientes edificios que coloquemos deben estar en contacto con otro edificio, no sirve que se toquen por una esquina, debe haber casilla con casilla.
  • Los edificios solo pueden colocarse en casillas de color verde claro: No pueden colocarse ni en bosque ni en montaña.
  • No podemos cruzar el río con un edificio, pero sí construir junto a él.
  • Podemos construir sobre árboles o rocas.
  • No podemos colocar edificios encima de otros.
  • No podemos mover los edificios que ya hemos colocado.

A partir de estas reglas, hay una serie de recomendaciones que debemos seguir, ya que nos darán puntos a final de partida, pero eso lo conoceremos después.

Durante nuestro turno puede que se dé el caso de que no queremos o no podemos poner un edificio, en cuyo caso podemos pasar o plantarnos. Si pasamos, debemos retroceder nuestro marcador de puntuación una casilla hacia atrás y le damos la vuelta al edificio. En cambio, si nos plantamos no perderemos puntos por no colocar el edificio que toca, pero tampoco podremos continuar poniendo edificios, para nosotros la partida termina en ese momento.

Así pues, la partida terminará cuando todos los jugadores hayan decidido plantarse.

Marcador de puntuación, comienza en el 10 y perdemos un punto cada vez que pasemos y no coloquemos un edificio

¿Cómo obtenemos puntos en My City?

En primer lugar, obtendremos puntos según nos otorguen el tipo de edificios que haya en nuestro tablero, también por los árboles que haya descubiertos y por el mayor grupo de edificios del mismo color, así como por los pozos y por el oro. (No nombramos los edificios que hay para que sea una sorpresa conforme salgan en vuestra campaña).

Y perderemos puntos por cada roca visible que haya y por cada casilla de color verde claro.

Llegados a este punto, muchos os estaréis preguntando cuáles son sus puntos fuertes y cuáles los más flojos, si recomendamos el juego y qué nos ha parecido en general…

My City tiene un enorme y claro punto a su favor: la campaña. Sin duda es lo que hace el juego único y lo que le otorga su esencia, lo distingue de otros juegos de losetas y hace que sobresalga.

En cada sobre vienen tres partidas, que tienen un contexto similar, por lo que vemos una evolución muy clara donde aumenta la dificultad del juego y se convierte en un reto interesante. Con cada sobre nos encontramos escenarios diferentes, un cambio paulatino que llega hasta la partida número 24 y que deja con muy buen sabor de boca.

Este es un juego de colocación de losetas a lo puzzle, donde nos estrujaremos la cabeza para hacerlo bien y nos encontraremos partidas en las que somos capaces de cuadrarlo todo, mientras que en otras nos desenvolvemos con menos soltura. Pero que sus normas sean tan sencillas no significa que sea un juego simple, ya que la campaña se encarga de ir aumentando la dificultad y hacerlo muy variado.

El punto negativo del juego llega en cuanto terminas la campaña, ya que pierde su magia y nos encontramos ante un juego que está bien, sin ser sobresaliente. Pero para llegar a este punto deberemos haber jugado ya unas 24 partidas que os aseguro valen totalmente la pena, sobre todo si los juegos de colocación de losetas con estilo puzzle son de vuestro agrado.

Por otro lado, lo que para mí es una desventaja es que la campaña se disfruta mucho más si se juega siempre con las mismas personas, si nuestro grupo va cambiando y optamos por jugar la campaña debemos entregarle a un jugador un mapa que ya ha estado construyendo otra persona y con el que ahora se tiene que familiarizar, sin conocer del todo la evolución del juego. Aunque no es obligatorio, para mí es altamente recomendable que la campaña se juegue siempre con las mismas personas, ya que la experiencia del juego es más completa.

Una vez visto el juego con más detalle, ¿para vosotros vale la pena My City?

Raquel [Ludoadicta de la Costa]

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