Roll Player: conciliando tema y mecánica

Publicado el 26 septiembre, 2019

Diseñadores: Keith Matejka / Artista: JJ Ariosa & Luis Francisco / 
1-4 jugadores / 60-90 min. / +10 años / Editorial: Gen X Games

Este año, la editorial Gen X Games nos ha sorprendido con Roll Player, un juego de dados que rápidamente se ha ganado el amor de los “jugones” en todo el país.

Y es que Roll Player cuenta con una premisa que, ya de por sí, llama mucho la atención: todo el juego trata de crearse una “ficha” de personaje como las que típicamente se usan en las partidas de rol. No tendrás que derrotar monstruos ni embarcarte en aventuras (eso lo dejamos para la expansión), sino que tendrás que desarrollar las características de tu personaje. Si encima lo equipas con habilidades y objetos poderosos, estarás creando un héroe o heroína digno de ganar la partida.

En Roll Player, cada jugador empezará con un tablero de personaje que definirá la raza de la que será tu personaje (elfo, enano, mediano,…) y cartas que definirán su alineamiento, clase y trasfondo. De esta manera, las combinaciones de personajes son casi infinitas: mola mucho empezar un juego sabiendo que vas a ser un enano paladín pero sociópata. La parte principal del tablero tiene huecos para ir colocando dados en ellos. Cada fila de tres huecos corresponderá a una característica de tu personaje (fuerza, destreza, inteligencia,…) que irás desarrollando.

Un tablero de jugador, la «ficha de rol».

La partida se juega en varias rondas, que siempre constan de dos partes: en la primera, los jugadores «draftearán” (elegirán en orden de turno) un dado del centro de la mesa y lo colocarán en una de los huecos de su tablero, correspondiente a una de las características de personaje que acabamos de mencionar. Así, si por ejemplo coges un dado de 6 y lo colocas en “Inteligencia”, estarás haciendo que tu personaje sea más inteligente. Al final de la partida puntuarás si consigues que tu personaje desarrolle sus características tal y como indique su carta de clase (por ejemplo, un bardo necesitará tener mucho carisma y poca fuerza).

Arriba: draft centrales de cartas de mercado y de dados. Abajo: un tablero de personaje a un turno de acabar la partida (solo queda un hueco por rellenar). Se pueden ver las cartas acumuladas por el jugador alrededor del tablero.

Además, al colocar un dado en una característica se activará el poder de esa característica. Por ejemplo, si colocas tu dado en un hueco de “destreza”, podrás intercambiar la posición de dos dados que ya hayas colocado en tu tablero. ¡Todo es una cuestión de combos!

En la segunda fase de cada ronda, los jugadores draftearán cartas del mercado. Éstas incluyen cartas de habilidades comberas, objetos beneficiosos o rasgos, que otorgan criterios de puntuación adicionales para tu personaje al final de la partida.

La partida acaba en la ronda en la que todos los jugadores completan su tablero de personaje poniendo un dado en el último hueco libre. Una vez acabada la partida se recuentan los puntos, que recibirás por haber construido bien a tu personaje. No solo darán puntos tu clase y tus cartas, sino que también influyen otras cosas, como el patrón de colores de dados en tu tablero. ¡El jugador o jugadora con el personaje mejor construido ganará la partida!

Seguramente existan varios factores que conviertan Roll Player en un juego destacable, pero a mí me ha llamado la atención su forma de integrar conceptos y mecánicas:

Conceptualmente, Roll Player es un juego de construcción de patrones, colocación de dados y draft. Realmente, la única interacción con los demás jugadores son los momentos de draft de dados y cartas (el típico “¡Me has quitado la carta que quería!”), pero el resto es un solitario compartido. No existen las cartas de interacción negativa entre jugadores, y los personajes nunca se atacarán o molestarán entre ellos. Por lo tanto, los jugadores podrán desarrollar su personaje y tácticas tranquilamente.

Es más: Roll Player es un juego con un número de rondas definido, por lo que siempre podrás calcular cuándo acabará la partida y tenerlo en mente para tus decisiones. Lo que me sorprende de todo esto es que un juego tan tranquilo tenga integrada una temática tan llamativa. Normalmente, los juegos de este estilo (imposible no comparar Roll Player con Sagrada) suelen tener una temática más tímida, pero Roll Player mete tema a absolutamente todo como si de un juego “ameritrash” se tratara.

Sagrada es otro juego de formación de patrones con dados drafteados,
pero el tema es mucho más sutil.

¿Funciona? Pues sí, funciona bastante bien. Es muy divertido sentirse un personaje fantástico, darse un nombre e ir comentando jugadas o inventándose su vida mientras vas adquiriendo nuevas cartas de habilidades o rasgos. Hay jugadores que se sentirán un poco frustrados cuando, después construir a su personaje, la partida acabe sin que puedan “usarlo” para vivir aventuras o luchar contra monstruos (¡para eso está la expansión!). Personalmente, tengo la sensación contraria: creo que lo original de este juego es justamente eso, que ponga el foco de la temática en una «actividad friki» casi underground (como lo es hacerse una ficha de rol) a la que a nadie se le hubiera ocurrido poner como protagonista de un juego de mesa tan sereno.

En cuanto a las mecánicas, Roll Player no es especialmente original. Hemos visto juegos de colocación de dados, de construcción de patrones, de draft y de colección de series muchas veces antes. Sin embargo, y quizá hasta porque sean mecánicas ya establecidas, el autor de este juego ha sabido integrarlas con mucha naturalidad. Las dos fases de Roll Player (la fase de dados con construcción de patrones y la fase de cartas con colección de serie) realmente solo están conectadas por dos débiles mecánicas puente: 1) el orden de turno de mercado se establece según los dados escogidos en la ronda anterior y 2) que hace falta haber reunido dinero suficiente en turnos anteriores para poder comprar la carta que se necesita.

Por lo demás, son dos partes del juego tan claramente definidas que su fusión podría parecer forzada. Sin embargo, el autor ha conseguido unirlas subyugando muy bien el sistema de cartas al sistema de dados: casi siempre, los poderes de las cartas ayudarán a optimizar tu distribución de dados o a usarlos para puntuar de maneras diferentes. El juego huye de manera sensata de que las cartas tengan demasiados efectos independientes, lo que lo hubiera desagregado bastante.

Considerando todo esto, me parece que Roll Player es un juego muy sólido nacido de integrar con firmeza todos sus elementos aparentemente discordes.

Gracias a sus contrastes, puede apelar a jugadores atraídos por la temática y, a la vez, satisfacer a jugadores que prefieran jugar a su calmado solitario de encajar las piezas de su personaje de manera óptima.

¡Hasta aquí este pequeño análisis de este juegazo! ¡Nos vemos pronto!

Jens [Goblin ludoadicto]

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