ROME and ROLL
Publicado el 24 septiembre, 2020

Año 64 d.C. Roma. La ciudad entera ha sido destruida a causa de un devastador incendio y nosotros, como personalidades influyentes de la urbe, vamos a participar en su reconstrucción. Pero eso sí, esperamos que nuestra aportación después nos reporte beneficiosos: el que se postule como ganador se convertirá en la mano derecha de Nerón y, por tanto, en la persona más poderosa de la ciudad. Nada mal, ¿no?
Con esta premisa nos encontramos con Rome & Roll, un juego con mecánica de roll-and-write, pero un poco más pesado de lo que acostumbramos a encontrar a este tipo de juegos. Para reconstruir la ciudad de Roma escogeremos un dado de los disponibles y a partir de ahí organizaremos nuestra ronda, de forma que en la partida tenemos muchos frentes abiertos a los que dedicarnos: la ciudad, los ejércitos, las alianzas -o más bien sobornos- políticas, las colonias y hasta en los dioses.
¿Nos acompañas a conocer un poco más este nuevo juego de Dávid Turczi y Nick Shaw?

Un vistazo a la Roma en ruinas
En Rome & Roll tendremos un tablero de mapa donde iremos reconstruyendo la ciudad de Roma. Se trata de un mapa de la ciudad muy significativo, que tiene dos caras, dependiendo del número de jugadores, y que presenta distintos tipos de terreno: las colinas de Roma, la Muralla Serviana, el río Tiber, con dos puentes sobre él, El Forum Romano y en la parte inferior del tablero se encuentran las regiones limítrofes: Hispania, Galia, Egipto y Asia Menor.
Junto al mapa central, cada jugador cuenta con un tablero de personaje, con unas características únicas y unos consejeros diferente. Además, los jugadores recibirán dos meeples: uno que ejercerá de supervisor y otro de capataz.
La pizarra de personaje viene provista de una breve explicación sobre el personaje que estamos jugando, una lista de acciones que podemos realizar en nuestro turno y los respectivos marcadores que iremos subiendo. También cuenta con un almacén, una tabla de recuento de puntos de victoria y los Consejeros, a los que podemos sobornar a lo largo de la partida.
Además de ello, el conjunto del juego lo componen las cartas de Plano, que pueden ser de distinto tipo (fabricación, militar, ocio, religioso y urbano), las cartas de favor de los Dioses, la carta de precónsul (que marca quién es el jugador inicial), las Cartas de Nerón y, como no podía ser de otra forma, los dados.

Escritura romana
Sin duda el desafío más grande al que nos encontramos en el juego es el de conocer todos los símbolos que hay en él, son muchos y cada uno tiene un cometido, por lo que recomendamos que en la primera partida tengáis a mano la referencia de iconos.
Nuestra pizarra de personaje nos permite almacenar los elementos que vayamos obteniendo, dependiendo de cuáles sean los subrayaremos en los distintos medidores.
- Por ejemplo, los soldados vienen simbolizados por un casco romano con cresta, de forma que iremos subrayando los números conforme avancemos en este medidor. Si después gastamos este recurso, simplemente lo tacharemos haciendo una cruz encima.
Pero, hay otros recursos que no cuentan con un medidor, estos son la madera, los ladrillos, las piedras, la comida, las joyas y las cestas. Estos recursos se anotarán en el almacén de nuestro tablero personal, poniendo la inicial del recurso. ¡Ojo! El almacén tiene un número limitado de casillas, pero sí las agotamos todas, podemos usar una hoja de papel para seguir almacenando recursos, ¡su almacenamiento es ilimitado!
En el caso de las cestas, no podemos almacenarlas como tal, sino que tenemos que convertirlas en un recurso de los anteriores citados -excepto las joyas- y guardarlas de esa forma.
- Por ejemplo, me han sobrado 2 cestas al final de mi turno, no puedo
guardarlas como cestas, así que decido convertirlas en comida y almaceno dos de comida.

Construyendo Roma
Vamos a ver ahora cómo se juega a Rome & Roll.
El juego está compuesto por un número indeterminado de rondas y cada ronda se divide a su vez en dos fases: Fase de selección de dados y fase de acciones.
Una vez se hayan agotado las cartas de Nerón, que nos otorgan puntos de victoria, se inicial el final de partida: se juega la ronda en curso y una más y pasamos al recuento de puntos.
En la fase de selección de dados, el Precónsul lanza todos los dados y por orden de turno y en sentido horario éste cada jugador escogerá un dado. Después, el último jugador escoge un dado en primer lugar y en sentido antihorario todos vuelven a coger uno, de forma que al terminar todos los jugadores tienen dos dados.
Opcionalmente, en la selección de dados, justo después de seleccionar su primer dado, un jugador puede tachar uno de sus senadores en su tablero personal para coger un segundo dado, pero a la vuelta no cogerá ningún dado.
Una vez que cada jugador ha cogido sus dados, el Precónsul da comienzo a la fase de acciones. En esta fase cada jugador debe descartar uno de sus dados para llevar a cabo una acción principal y cuantas acciones secundarias quiera. Tras ello y también en sentido horario, cada jugador ejecuta una segunda ronda de acciones, para gastar su segundo dado.
Una vez ha terminado la fase, se le entrega al siguiente jugador la carta de Precónsul y seguimos jugando, a no ser que se haya activado el fin de partida.
Las acciones son el núcleo central del juego y, como hemos dicho, para ejecutar una de ellas deberemos descartar uno de nuestros dados. Hay determinadas acciones que nos piden que el dado que descartemos tenga un icono concreto en él, hay otras que, en cambio, son libres. Vamos a ver qué acciones hay en el juego:
- Construir: esta acción requiere que nuestro dado muestre el icono de constructor o de arquitecto en ella para poder ejecutarla. Con Construir podemos edificar en el tablero central y se debe hacer adyacente a nuestro meeple supervisor, debemos seleccionar el plano del edificio que queramos y finalmente dibujarlo en el mapa. Para construirlo hay que seguir una serie de normas de colocación
- Reclutar legiones: para ejecutar esta acción el dado que usemos debe mostrar el icono de legionario. Seleccionamos hasta 3 edificios militares dibujados en el mapa y activamos la habilidad reclutar legionarios, que nos otorga el beneficio que dé cada uno de los edificios miliares. También podemos activar edificios de nuestros oponentes, pero a cambio ellos ganarán una moneda.
- Conquistar: esta acción no necesita de ningún icono en concreto. Con ella nos centraremos en las regiones que hay en la parte inferior del tablero de mapa, vamos a conquistar uno o más de los asentamientos.
Para ello contamos con el número de soldados que tenemos en nuestro tablero personal y, si nuestro dado incluye el símbolo de Auxiliar también se lo sumamos, y lo comparamos con el número que aparece dentro del círculo del asentamiento. Si nuestro número es igual o superior, podemos conquistarlo.
-Por ejemplo, queremos conquistar dos asentamientos, uno con fuerza 2 y otro con fuerza 3. Tenemos en total 5 soldados y nuestro dado muestra 1 auxiliar, lo que hacen un total de 6 de fuerza. Como los asentamientos son de fuerza 5 y nosotros superamos ese valor, podemos conquistarlo.
Ahora que hemos conquistado uno o varios asentamientos deberemos acuartelar a un soldado en ellos, así que tacharemos de la pizarra un soldado por cada asentamiento conquistado.
- Expandirse: es una acción que necesita del icono de constructor para llevarla a cabo. Se trata de una acción que nos permite reparar -colorear- las calzadas que llevan hasta roma. Para ello debemos tener o en el dado que vamos a usar o almacenadas piedras, usaremos una piedra por cada calzada que queramos reparar.
- Recaudar Impuestos: no requiere ningún icono especifico, por lo que para efectuarla podemos descartar cualquier dado. Seleccionamos una región y todos nuestros asentamientos conectados a Roma por Calzadas Reparadas no generan el recurso de dicha región. Podemos almacenarlos o usarlos para sobornar a los Consejeros.
- Comerciar: para activarla podemos descartar cualquier dado, ya que no requiere ningún icono especifico. Esta acción se realiza en dos partes: en primer lugar gastas 3 recursos idénticos de tu almacén o del dado usado par a obtener 3 monedas y en segundo lugar, cada jugador de la mesa puede elegir uno de sus edificios y ejecutar su habilidad de producción.
Y, como os hemos dicho, también existen acciones secundarias que cada jugador puede ejecutar en su turno:
- Almacenar: con esta acción puedes guardar en tu almacén los recursos que quieras de los que muestra la cara del dado elegido. Los recursos que almacenes son los que no hayas gastado, ya que un recurso se utiliza para una acción o para almacenarlo.
- Sobornar a un consejero: Podemos realizar esta acción con comida, joyas o cestas del dado que hemos escogido. Pero no podemos sobornar a los consejeros con los recursos del almacén. Cada consejero tiene 5 niveles, los dos primeros nos desbloquean una habilidad y los dos segundos una segunda habilidad, el quinto nivel nos otorga puntos de victoria. Si por ejemplo nos sobran 2 cestas, podemos decidir sobornar a un consejero tachando dos niveles de ese consejero o un nivel de cada consejero.
Nos queda por conocer a los Dioses, que salen a juego cuando un jugador construye un edificio religioso. En ese momento reclama una carta de Favor de los Dioses y es suya hasta que gaste su habilidad. Se puede utilizar su poder en cualquier momento, pero una vez hecho se devuelve al centro de la mesa.
Y llegamos hasta las cartas de Nerón, que ya sabéis que marcan el final de partida. Estas cartas nos dan Puntos de Victoria y se consiguen cada vez que un jugador subraya una casilla con fondo azul de su pizarra. Cada carta de Nerón otorga un número de PV, se ordenan de mayor a menor, de forma que el primer jugador en conseguir subrayar una casilla azul obtendrá más puntos. Si en un mismo turno dos jugadores subrayan esta casilla de forma simultánea las cartas de Nerón se cogerán siguiendo el sentido horario.
Una vez se ha cogido la última carta de Nerón se juega la partida en curso más una más y finaliza el juego.
El juego, además, incluye un modo para jugarlo en solitario.

Opinión personal
Aunque no tenemos excesivos Roll & Write en casa, los que tenemos lo disfrutamos un montón, así que cuando salió este Rome & Roll teníamos mucha curiosidad, ya que se diferencia bastante de otros que hay en el mercado y lo cierto es que no ha defraudado nada.
Ya leyendo el reglamento sabía que me iba a gustar y la primera partida confirmó mis sospechas. El resto de partidas consiguieron que el juego me gustase un montón y pudiese aprovechar un poco más todo lo que ofrece. Como os comentaba en la reseña, al principio puede resultar un poco lioso enfrentarse a tantos iconos, pero como con todo, con jugar un par de rondas lo vais a tener dominado.
Es un juego de mecánica fácil y sencilla, pero que se antoja un poco difícil en la primera partida porque no sabemos muy bien qué dado escoger al principio o cómo aprovechar al máximo todo el potencial de los consejeros, pero a mi me gusta que los juegos sean así, porque partida a partida vas creciendo y lo haces mejor. Y eso es algo que pasa en el juego desde el minuto 1, al principio puedes hacer pocas cosas, pero después, cuando ya tienes más recursos almacenados, más habilidades de los consejeros y más edificios construidos tus turnos son mucho más productivos.
El juego trae 4 pizarras de jugador, muchas cartas de plano y de dioses, por lo que cada partida va a ser diferente y eso, como siempre, es de agradecer, ya que otorga rejugabilidad al juego.
¿Recomienda esta jugona Rome& Roll? Desde luego y, como habéis podido ver, es mucho más que un roll-and-write.
— Raquel [Ludoadicta de la Costa]

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Ver productoEtiquetas: Juegos de Mesa, Maldito Games, Roll and Write, Rome and Roll
Categorizado en: Juegos de Mesa
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