Tapestry
Publicado el 11 noviembre, 2019

Maldito Games nos sirve uno de los bombazos de finales de año: Tapestry, el nuevo juego de Jamey Stegmaier, autor famoso por otros juegazos como Scythe, Charterstone, Viticulture o Euphoria.
A parte del recorrido del autor, hay otras cosas que hacen que este juego llame la atención: el impresionante arte y tamaño de su caja, que sea un juego de civilizaciones y también su precio.
La pregunta que muchos pueden hacerse ante este juego es:
«¿Estamos ante un nuevo Scythe?» «¿Merece la pena Tapestry?»
En este artículo me gustaría aclarar algunas de esas dudas.

Tapestry es un euro medio-complejo en el que cada jugador tendrá que desarrollar su propia civilización a partir de una capital, avanzando a través de las eras y tejiendo el tapiz de la historia de su gente.
A pesar de todo el contenido que trae la caja de juego, las reglas son sorprendentemente sencillas: el reglamento solo ocupa cuatro páginas. La complejidad del juego no viene determinada por la estructura del turno, sino por la cantidad de opciones y acciones que ofrece el juego. Durante tu turno, avanzarás una casilla por uno de los cuatro «tracks» que hay alrededor del tablero: tecnología, ciencia, exploración o poder militar y realizarás la acción de la casilla en la que has caído tras pagar los recursos que cuesta. Cada «track» ofrece acciones y estrategias diferentes, y cuanto más avances por cada uno de esos «tracks«, más poderosas serán sus acciones. Eso sí: a veces tendrás que buscar el equilibrio entre ellas.

- Avanzar en tecnología te permitirá robar cartas de inventos tecnológicos, que a medida que irás mejorando te darán ventajas muy plásticas e inmediatas.
- Avanzar en exploración te permitirá jugar losetas de terreno sobre el tablero central, encontrando recursos, dándote puntos de victoria y aumentando el mapa.
- Avanzando el poder militar podrás conquistar esos terrenos explorados y formar ciudades nuevas, consiguiendo aún más puntos y reclamando sitios estratégicamente para encasillar a tus rivales, a los que también puedes derrotar.
- Avanzar en ciencia te permitirá ir mucho más rápido en los demás tracks, aunque a veces tendrás que hacerlo a costa de perder las acciones.
Si te quedas sin recursos o no quieres realizar más acciones, puedes decidir pasar de era. Cuando lo haces, generarás recursos para la era siguiente según lo que hayas podido desbloquear en tu tablero de jugador, jugarás cartas de tapiz con poderes importantes que definirán tu siguiente ronda y puntuarás puntos de victoria según las estrategias en las que te hayas embarcado.
Cuando todos los jugadores hayan acabado sus cuatro eras, el juego acaba y gana el jugador con más puntos.
[En la imagen podemos ver el tablero de jugador, que tiene dos partes. En la primera (izquierda) iremos liberando espacios construyendo edificios, lo que nos dará más recursos y puntos de victoria cuando pasemos de era. Además, jugaremos nuestras cartas de tapiz y podremos contabilizar nuestros recursos en él. En la segunda parte del tablero de jugador (derecha) iremos colocando los edificios y monumentos para cubrir zonas de nuestra capital, consiguiendo también recursos y puntos de victoria.]
Antes de entrar más en detalle: Tapestry me parece un juegazo a la altura del autor.
La sencillez de las reglas en contraste con la complejidad de opciones y estrategias me parece brillante y extremadamente divertido. Cada jugador controlará una de muchísimas civilizaciones diferente con «poderes de personaje» también diferentes y con bastante tema, por lo que la rejugabilidad está más que servida. Puedes ser una civilización de artistas que consiguen ventajas cada ronda según el arte que decidan crear, una civilización bélica que consigue puntos conquistando terrenos en el tablero, una civilización de alquimistas que hacen experimentos que pueden darles grandes ventajas o explotarles en la cara,…
Además, cada partida puedes decidir concentrarte en uno de los cuatro «tracks» o combinarlos como quieras para probar estrategias diferentes. La sensación de juego combinando todos estos factores variables es maravillosa.

Voy a resumir mi opinión sobre Tapestry en los puntos a favor y en contra que creo que tiene.
A favor:
- Mecánicas muy bien combinadas, divertidas y versátiles, dignas de un muy buen euro moderno de Stegmaier. Se pueden encontrar toques de Scythe en el tablero personal, toques de Mombasa en los cuatro tracks diferentes y hasta un poco de juego de puzzle al estilo Patchwork en la colocación de edificios y monumentos. Todo en su justa medida.
- Alta rejugabilidad por la combinatoria de civilizaciones diferentes, tracks diferentes y cartas de tapiz diferentes.
- Muy buen arte en las civilizaciones, cartas de tecnología y portada.
En contra:
- La producción inconsistente. Los monumentos (que consigues avanzando en los «tracks» o con ciertas cartas de tecnología) son impresionantes, y el arte es muy bueno, pero el diseño del tablero y las losetas deja que desear. Hubiera sido maravilloso ver el tablero al nivel de los demás componentes.
- El precio. Aunque el juego sea muy bueno y ofrezca la posibilidad de muchas partidas interesantes (y hasta con un sistema de automa, como estamos costumbrados con los juegos de Stegmaier), el juego es muy caro.
Para mí, lo divertido del juego solo se ve «manchado» por esos dos factores, así que lo recomendaría a personas que ya conocen los juegos del autor, que lo hayan probado antes y no les moleste lo inconsistente de la producción o a personas que disfruten lo suficiente de muy buenos euros como este para adquirirlo.
— Jens [Goblin ludoadicto]
Etiquetas: Juegos de Mesa, Maldito Games, Reseña
Categorizado en: Juegos de Mesa
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