Viajando con estilo: cómo llevar tu Kill Team más allá
Publicado el 13 octubre, 2022
De las muchas diferencias entre Kill Team y su hermano mayor, Warhammer 40000, una en la que siempre he hecho especial hincapié es la posibilidad que te da de dedicar un poco más de mimo a tus miniaturas. Al fin y al cabo, no es lo mismo tener que pintar 60 soldados de a pie (más señores de la guerra, vehículos, unidades de élite…) que un pequeño equipo de especialistas.
Ya hemos hablado de cómo pintar las miniaturas y de cómo darles un toque extra personalizando las bases. Ahora vamos a ir un poco más allá, diseñando desde cero una caja que sirva tanto para transportar nuestro Kill Team con seguridad como para lucirlo en forma de diorama.
Os haré un pequeño resumen del proceso que seguí para construir la caja que desde hace ya un tiempo acompaña a mi Guardia Veterana hacia todas las partidas. Hay todo tipo de formas de hacerlo, pero yo recomendaría como herramientas estrella las pinturas rápidas como las Contrast o las SpeedPaint, y el aerógrafo. Las pinturas nos ayudarán a dar un acabado muy vistoso al escenario de forma rápida, aunque también podemos usar la gama de Shades de Citadel si no disponemos de ellas. El aerógrafo es muy valioso tanto para dar efectos concretos como para pintar grandes secciones de forma mucho más rápida que con pincel, y haciendo una caja de este calibre lo agradeceremos mucho.
Los cimientos
Para empezar, cómo no, es necesario construir la caja que nos servirá de base para el diorama. El tamaño ideal es algo completamente subjetivo y sujeto al tamaño de vuestro Kill Team. No es lo mismo hacer una caja para Guardia Veterana que para Intercesores, y dependerá de si queréis llevar dentro todo el roster o solo el equipo con el que vayáis a jugar.
En mi caso, siendo la Guardia lo bastante numerosa de por sí, decidí que llevaría como mucho 15 miniaturas, las 14 necesarias para la partida y un hueco extra para acomodar ese cambio que siempre te mantiene indeciso. Esto es importante tenerlo claro desde un principio, ya que así nos haremos una idea del espacio total que necesitamos. Además, dejar un poco de margen para adornos y algún cachito de escenografía no viene mal.
Una vez tengáis las medidas podéis buscar una caja de madera que se adapte a vuestras necesidades, o directamente fabricar la vuestra propia. Yo quería un tipo de cierre muy específico, y por eso me decanté por fabricarla de cero. Al final sólo hizo falta unas cuantas planchas de madera, clavos, bisagras y mucha paciencia.

Plasma tu visión
Una vez hecho lo que será el contenedor exterior necesitamos trabajar en el interior, la parte más importante. Lo ideal es posicionar nuestras miniaturas dentro de la caja desnuda e imaginar un escenario para ellas, si es que no teníamos una imagen ya formada antes de empezar.
En el universo de Warhammer hay infinidad de fuentes de inspiración: libros, series, videojuegos… Si hemos decidido invertir una cantidad importante de tiempo en este proyecto significa que la facción con la que trabajamos es importante para nosotros, y seguro que ya hay algún escenario que nos gustaría plasmar.
Cuando tengamos bien claro el espacio libre que tenemos para trabajar y qué posición ocuparán las minis podemos hacer un pequeño boceto de lo que imaginemos. No tiene por qué ser el resultado final, ya que en estos proyectos se suelen modificar cosas a medida que se avanza, pero es mejor que lanzarse a ciegas.

Un mundo para tus miniaturas
Con la idea bien clara, ahora toca ponerla en práctica. Siendo de los Death Korps de Krieg, inmediatamente imaginé a mis guardias en medio de una trinchera, con barro hasta las rodillas y rodeados de artillería antiaérea. Decidí hacer dos alturas para que las minis tuvieran mayor visibilidad, y eso me permitió también poder usar el desnivel para plasmar la idea de la trinchera.
Primero puse un trozo de porexpan que cubriese poco menos de la mitad de la caja, para hacer esa doble altura con un material ligero que no añadiese mucho peso al total. Luego partí varios palitos de helado para simular los listones de madera con los que se aseguran las paredes de las trincheras. Para acabar de dar ambientar el campo de batalla puse sacos en el frente, que además de adornar iban a tapar lo que viene a continuación.

No hay que olvidar que el diorama tiene que ser bonito, pero también seguro para tus minis, por lo que imantarlo es imprescindible. Con la forma básica del diorama hecha, puse dos planchas metálicas en la superficie en la que iban a ir las minis, e imanté todas sus bases. Aun así, es posible que se muevan un poco durante el viaje, por lo que corté un patrón en cartón sobre el que dibujé todas las peanas que tenía. Después de recortar los agujeros en los que encajarían las peanas, pegué esta guía a la base. Esto no solo evitará que las minis se muevan, también las integrará más con el escenario, ya que la base no sobresaldrá y parecerá que la mini está directamente pegada al diorama.
Una vez hecho todo esto solo falta pintar el interior de negro, cubrir todo el suelo con pasta de textura de barro y añadir los elementos de escenografía que tengamos desperdigados y puedan darle un poco de carácter al diorama. También se puede hacer un fondo sencillo para ambientar la escena, en este caso hice una cordillera con un trozo de folio roto y el aerógrafo.



El punto final: la parte externa
Aunque el diorama ya está hecho, nos falta el exterior, y sería una pena que se viera como una caja normal y corriente. Siguiendo con la temática de la guardia, decidí pintarla como si se tratase de una caja de munición, añadiendo unos listones a los lados y encima para darle más realismo, y cogiendo unos trozos de persiana para hacer las abrazaderas, que una vez pintadas quedan totalmente realistas.

Además de darle un verde militar, quise que se viera de seguida que se trataba de una caja de la Guardia Imperial, por lo que recorté algunos folios para hacer plantillas caseras y con el aerógrafo pinté de negro a través de las plantillas como si de un spray se tratase. Así hice el águila imperial y unas pequeñas letras que indican que la caja contiene baterías de rifles laser. El difuminado que so consigue en algunos bordes de las letras y el águila con este método es lo que le da el toque rudimentario y hecho a prisa que tiene el material que se envía al frente lo más rápido posible.
Aunque con esto ya sería suficiente, me parecía demasiado lustrosa para ser una caja que esté en medio de una guerra, así que decidí destrozar un poco el exterior con algún tajo de sierra, golpes suaves de martillo, aerógrafo y pigmentos. De esta forma hacemos que la caja cuente una historia.

Ya veis que hay un sinfín de posibilidades para personalizar vuestra propia caja, y es algo que no va a dejar indiferente a nadie ya sea asistiendo a partidas amistosas o a torneos. ¡Con un poco de esfuerzo podemos jubilar la lata metálica de galletitas que todos hemos usado alguna vez y hacer que nuestras minis viajen con estilo!
– Andreu [Paint&Play]

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Ver productoEtiquetas: Diorama, Kill Team, Wargames
Categorizado en: Kill Team, Pintura y Modelismo, Wargames
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